Es difícil que algún venezolano no reconozca los dibujos de Rayma Suprani… una caricaturista que debió irse de Venezuela debido a que, como ella misma dice, fue víctima de persecución política.
Ahora, como inmigrante en la ciudad de Miami, proyecta su mensaje más allá de las fronteras de un país. Dice que quiere se la voz, o al menos los trazos, de sus compatriotas en búsqueda de democracia y paz.
Como muchos otros, Rayma dice que le preocupa la intolerancia que, según ella, ha sido sembrada por más de dos décadas en los venezolanos, tanto dentro como fuera del país.
Ahora, como inmigrante en la ciudad de Miami, proyecta su mensaje más allá de las fronteras de un país. Dice que quiere se la voz, o al menos los trazos, de sus compatriotas en búsqueda de democracia y paz.
Como muchos otros, Rayma dice que le preocupa la intolerancia que, según ella, ha sido sembrada por más de dos décadas en los venezolanos, tanto dentro como fuera del país.