Los mandatarios de Francia e Italia se reunieron para plantear una reforma del tratado de Schengen, que regula los pasos fronterizos entre los países que conforman la Unión Europea, "en el caso excepcional" actual, aseguró el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi.
Tras la enorme afluencia de inmigrantes llegados a las costas italianas del norte de África debido a los conflictos que atraviesan estos países, y la concesión de Italia de miles de visas temporales, Berlusconi consideró que "en casos excepcionales, es necesario modificar el tratado de Schengen, por lo que vamos a trabajar juntos sobre esa asunto”.
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, recibió una carta en la que Francia e Italia solicitan "una mayor colaboración" a los otros países europeos con los países sureños de la Unión Europea (UE), receptores de la mayor cantidad de los inmigrantes.
"Esos países no se pueden dejar solos", afirmó Berlusconi.
Desde inicio del año, tras las revueltas en Túnez y Egipto y la guerra en Libia, Italia ha residido más de 22.000 inmigrantes ilegales provenientes de África del Norte.
En la agenda de la cumbre figura también la crisis libia después de que Italia anunciara que estaba dispuesta a participar en bombardeos de "objetivos militares específicos".
