Migrantes en Nueva York se forman en fila afuera del restaurante La Morada para recibir despensas y almuerzos calientes. Aquí los refugiados son bienvenidos, dicen sus dueños, que son migrantes mexicanos y con donaciones y clases de cocina mixteca que imparten, se sostienen para luchar por la igualdad alimentaria que defienden.
“Aquí hacemos la del Robin Hood, el que puede pagar un dólar más, cubre los gastos del que no puede, entonces todo es para la comunidad y ellos entienden”, expresó Natalia Méndez, Propietaria de La Morada.
Aproximadamente 500 comidas se preparan a diario en esta cocina…
“A veces las fuerzas se tienen que multiplicar como el búfalo y hay momentos que está uno cansado como humanos, a veces que el dolor de brazo es inmenso y no me deja dormir”, reveló Méndez.
Desde que comenzaron a llegar migrantes desde la frontera a la gran manzana hace dos años, su labor se ha multiplicado…
“Ellos también reciben comidas ya que están en los albergues y no pueden cocinar y ya la gente que son de la comunidad reciben despensas”, aseguró Marcos Saavedra, dueño de La Morada.
La Morada se ha convertido en el oasis de los que tienen hambre.
“Somos cuatro y ayuda mucho, demasiado, esta gente son buenos”, comentó Janet, migrante.
“Nos ayuda porque ahorita todo está caro, donde van las cositas nosotros siempre vamos a recibir, nos ayuda un poco”, dijo Marcia, Migrante.
Y como dice su dueña, para todos hay.
“Nunca nadie se va sin algo que comer, siempre se llevan aunque sea un pedazo de pan, pero se lo llevan”, finalizó Méndez.
La Morada se estableció en el sur de El Bronx y desde el 2019 se encuentran sirviendo a la comunidad. Ángela González, Voz de América, Nueva York
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