Décadas después del final de la Guerra de Corea en 1953, los restos de decenas de presuntos soldados estadounidenses muertos en el conflicto comenzaron su viaje a casa luego de una ceremonia de repatriación en Corea del Sur el miércoles.
Corea del Norte entregó los restos en 55 cajas la semana pasada y permitió que un avión de transporte militar de EE.UU. los trasladara a la Base Aérea estadounidense Osan, cerca de Seúl en Corea del Sur. Si bien fue un aparente gesto de buena voluntad de Corea del Norte hacia Estados Unidos, el regreso se produce en medio del creciente escepticismo sobre si el Norte cumplirá con su promesa nuclear.
Cientos de soldados estadounidenses y surcoreanos se reunieron en un hangar en la base Osan para la ceremonia de repatriación, que incluyó un saludo de fusil y la interpretación de los himnos nacionales de Estados Unidos y Corea del Sur y endechas frente a las cajas metálicas cubiertas con banderas de la ONU.
Después de la ceremonia, los restos fueron trasladados uno a uno para ser transportados en un avión que los llevarán a Hawái, donde se someterán a un profundo análisis forense, en algunos casos utilizando perfiles de ADN mitocondrial, en un laboratorio del Departamento de Defensa para establecer identificaciones. El secretario de Defensa de EE. UU., Jim Mattis, dijo la semana pasada que el regreso de las 55 cajas fue un paso positivo, pero no una garantía de que los restos sean estadounidenses.
El vicepresidente Mike Pence, hijo de un veterano de la guerra de Corea, viajará a Hawái para lo que los militares denominan una "ceremonia honorable" que marca la llegada de los restos a territorio estadounidense.
La repatriación es un gran avance en un esfuerzo de Estados Unidos para obtener restos de la guerra de Corea del Norte. Alrededor de 7.700 soldados estadounidenses figuran como desaparecidos de la Guerra de Corea de 1950-53, y se cree que todavía quedan 5.300 de los restos en Corea del Norte.
"Los restos recibidos de Corea del Norte son manejados con el mayor cuidado y respeto por parte de historiadores profesionales, científicos forenses, personal uniformado y funcionarios del gobierno", dijo en un comunicado el Comando de las Naciones Unidas encabezad por Estados Unidos. Agrega que "nunca deja atrás a los soldados, vivos o muertos, y continuará la misión de repatriación hasta que cada miembro del servicio regrese a casa".