La nueva entrenadora de la selección femenina de España retrasó el anuncio de la convocatoria para sus primeros encuentros, programado para el viernes, después de que las jugadoras que ganaron la pasada Copa Mundial femenina anunciaron que continuarán el boicot al equipo nacional como parte de su batalla contra el sexismo en el fútbol.
La entrenadora Montse Tomé debía anunciar su primer equipo el viernes. Pero 20 minutos antes de la conferencia de prensa, la Federación dijo que pospondría el anunció a su momento no determinado.
La Federación indicó que este mismo viernes las jugadoras rechazaron sus intentos de convencerlas de regresar al equipo.
Esto dejó a Tomé con la difícil decisión de llamar las jugadoras que se revelaron o seleccionar a un equipo completamente distinto para los próximos encuentros de la Liga de Naciones ante Suecia y Suiza, el 22 y 26 de septiembre, respectivamente. De acuerdo con la Ley de Deporte de España, los deportistas deben responder a los llamados a la selección a menos que las circunstancias les impidieran jugar, como en el caso de lesiones.
La selección española tuvo poco tiempo para celebrar el mayor logró del equipo debido a que Luis Rubiales, ahora expresidente de la Federación, provocó un escándalo tras besar en los labios a la jugadora Jenni Hermoso durante la ceremonia de medallas después de que ganaron la Copa Mundial el 20 de agosto en Sidney.
Las 23 seleccionadas, junto a una docena más de jugadoras, respondieron después de que Rubiales se rehusó a renunciar a su cargo y anunciaron que no jugarían para la selección hasta que la Federación implementara reformas y se presentara una nueva dirigencia.
Hubo gran revuelo dentro de la Federación. Primero Rubiales fue suspendido por la FIFA y su reemplazo interino despidió al entrenador de la selección femenina Jorge Vilda, quien no era querido entre las jugadoras. Eventualmente Rubiales renunció bajo intensa presión.
Muchos esperaban que el despido de Vilda y la salida de Rubiales llevara a que las jugadoras regresaran. Pero parece que ellas quieren más cambios y al parecer, piden el despido de más directivos y empleados de la Federación.
Las jugadoras, a través del sindicato FUTPRO publicaron el viernes un comunicado firmado por 21 de las 23 campeonas del mundo explicando que “los cambios que se han producido no son suficientes”.
En el comunicado, las jugadoras indicaron que pidieron no solamente la salida de Rubiales y que hubiera un cambio en el personal del equipo femenino, si no cambios en los puestos de liderazgo de la RFEF, de relaciones públicas y departamento de mercadotecnia, así como en el departamento de integridad que encabeza la batalla contra la discriminación.
“Los cambios especificados a la RFEF se basan en la tolerancia cero ante esas personas que desde un cargo dentro de la RFEF han tenido, incitado, escondido o aplaudido actitudes (que) van en contra de las mujeres”, sentenciaron.
Athenea del Castillo y Claudia Zornoza, del Real Madrid, fueron las únicas jugadoras que participaron en el Mundial, que no firmaron el comunicado.
Las jugadoras indicaron el 25 de agosto a través de FUTPRO, que no volverían a jugar con España “si continúan los actuales líderes” y pidieron “cambios estructurales reales para ayudar a la selección a crecer”.
Este viernes Rubiales testificará frente a un tribunal español que investiga las acusaciones de la fiscalía del Estado que el beso a Hermoso es una agresión sexual. Él asegura que el beso fue consensuado, pero Hermoso lo ha negado.