Día y noche, como a un recién nacido, Germán Kaiser, Nicolás Mucci y Adrián Mutto cuidaron de Rosita. "Parece que hicimos algo grande", se sorprendió Mucci ante los medios argentinos.
Algo grande, de 45 kilos (el doble de lo común), e histórico, la primera vaca clonada en Argentina que, además, cuando comience a ser ordeñada, no antes del próximo abril, Rosita producirá leche similar a la materna.
Hace más de seis años, los ‘padres’ científicos de Rosita quisieron producir un animal transgénico que tuviera la posibilidad de producir una leche mejorada que sirviera a los bebés que no toleran la lactancia.
Nació el 6 de abril en el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), donde los investigadores se enfrentaron al genoma de esta Jersey para introducir dos genes presentes en la leche humana que proporcionan a la leche múltiples propiedades. Entre otras, producen proteínas con rasgos muy precisos, tiene propiedades antifúngicas, antibacteriales y antivirales, y permite asimilar mejor el hierro presente en los alimentos.
Pero Rosita no es la primera vaca en ostentar este mérito de producir leche enriquecida, aunque sí es la primera vaca clonada que puede asumirlo. Los creadores de la oveja Dolly, el primer animal clonado, necesitaron hacer 270 transferencias embrionarias para lograr su objetivo. Para Rosita solo precisaron 7, explica el INTI.
Antecedentes
Dolly se convirtió en el primer animal clonado en 1996. Dos años después nacieron los primeros terneros clonados en Estados Unidos: "Charly" y "George". "Pampero" fue el primer ternero macho transgénico del mundo, otro invento argentino de 2004.