El Kremlin dijo este miércoles que los investigadores estaban considerando la posibilidad de que el avión que transportaba al jefe mercenario Yevgeny Prigozhin fuera derribado a propósito, el primer reconocimiento explícito de que pudo haber sido asesinado.
"Es obvio que se están considerando diferentes versiones, incluida la versión, ya saben de lo que estamos hablando, digamos, una atrocidad deliberada", dijo a los periodistas el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, cuando se le preguntó sobre la investigación.
A la pregunta de que si la Organización de Aviación Civil Internacional investigaría el accidente, Peskov dijo que las circunstancias lo hacían diferente, aunque advirtió que los investigadores aún no habían llegado a conclusiones formales sobre lo que ocurrió exactamente.
"Esperemos los resultados de nuestra investigación rusa", respondió Peskov.
El avión privado Embraer en el que Prigozhin viajaba a San Petersburgo desde Moscú se estrelló al norte de la capital rusa el 23 de agosto y murieron las 10 personas a bordo, entre ellas otras dos figuras destacadas de Wagner, los cuatro guardaespaldas de Prigozhin y una tripulación de tres personas.
La causa aún no está clara, pero los aldeanos cercanos al lugar dijeron a Reuters que escucharon una explosión y luego vieron el avión caer a tierra.
El avión se estrelló exactamente dos meses después de que Prigozhin tomó el control de la ciudad sureña de Rostov a fines de junio, la salva inicial de un motín que sacudió los cimientos de la Rusia del presidente Vladimir Putin.
Rusia ha informado a la autoridad de investigación de aeronaves de Brasil que no investigará el accidente del avión brasileño Embraer EMBR3.SA bajo reglas internacionales "por el momento", dijo la agencia brasileña a Reuters.
Preguntado sobre este informe, Peskov dijo: "En primer lugar, la investigación está en marcha, el comité de investigación se ocupa de ello. En este caso no se puede hablar de ningún aspecto internacional".
El día después del accidente, Putin envió sus condolencias a las familias de los fallecidos y dijo que conocía a Prigozhin desde hacía mucho tiempo, desde los caóticos años de principios de los 1990.
"Era un hombre con un destino difícil y cometió graves errores en la vida", dijo Putin, al describirlo como un hombre de negocios talentoso.
El Kremlin ha rechazado como una "mentira absoluta" la sugerencia de algunos políticos y comentaristas occidentales de que Putin ordenó matar a Prigozhin en venganza, pero no han aportado pruebas.
El presidente estadounidense, Joe Biden, ha dicho que no le sorprendió la muerte y que no sucede mucho en Rusia en que Putin no esté detrás.
Después de la muerte de Prigozhin, Putin ordenó a los combatientes de Wagner que firmaran un juramento de lealtad al Estado ruso, un paso al que Prigozhin se había opuesto debido a su enojo con el Ministerio de Defensa que, según él, corría el riesgo de perder la guerra de Ucrania.
Los seguidores de Prigozhin depositaron flores, mensajes y poesía en su tumba el miércoles, aclamándolo como un guerrero intrépido.
En vida, a Prigozhin le gustaba alardear de ser uno de los mercenarios más temidos del mundo y con la mejor fuerza de combate.
Opositores como Estados Unidos presentan a Prigozhin como un comandante brutal que saqueó los estados africanos y mataba con mandarria a quienes se le enfrentaban.
Aunque ganó la batalla más sangrienta de la guerra de Ucrania para Putin al capturar a Bájmut, Prigozhin se enfureció por lo que dijo eran los traicioneros fallos del ejército de Putin y advirtió que Rusia podría perder toda la guerra de Ucrania.
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