Tácticas desinformativas de Rusia y China sobre situación de la frontera sur en EEUU

En las últimas semanas, el enfrentamiento entre el gobierno federal y las autoridades estatales de Texas sobre la seguridad fronteriza y la inmigración ha sido noticia en Estados Unidos y ha resultado ser un tema candente en Rusia y China.

En Rusia, los funcionarios gubernamentales y los medios estatales aplauden públicamente la perturbación civil estadounidense y apoyan el controvertido e hipotético referéndum del estado de la Estrella Solitaria sobre la posibilidad de separarse de Estados Unidos.

En comparación, la postura oficial china sobre la cuestión sigue siendo moderada. Ningún funcionario del gobierno ha comentado sobre la escalada en la frontera de Estados Unidos y los informes de los medios estatales son en gran medida precisos.

Sin embargo, los hashtags “EEUU, la guerra civil” y “Texas ha entrado en una etapa de guerra” se han permitido que sean tendencia en las redes sociales estrictamente controladas por China.

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Los funcionarios del gobierno ruso y los medios estatales están saboreando la disputa fronteriza en Estados Unidos. Los artículos de opinión, los análisis y las publicaciones en las redes sociales predicen una “guerra civil sangrienta” en Estados Unidos, simpatizan y ofrecen ayuda en la “liberación” del estado de Texas.

En una publicación en X, Dmitry Medvedev, ex presidente y primer ministro que actualmente es vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, dijo que la disputa fronteriza en Estados Unidos es “otro ejemplo vívido del debilitamiento de la hegemonía estadounidense”.

"Establecer una República Popular de Texas es cada vez más real", escribió, añadiendo que esto podría conducir a "una sangrienta guerra civil que costaría miles y miles de vidas".

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La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, María Zakharova, se burló del manejo del enfrentamiento fronterizo por parte del presidente estadounidense Joe Biden.

"Ya es hora de que el presidente estadounidense, siguiendo los pasos de su predecesor Obama, declare 'Texas debe irse' y forme una coalición internacional para liberar a sus residentes en nombre de la democracia", escribió en su canal Telegram.

El guiño de Zakharova fue al famoso “Assad debe irse” del presidente estadounidense Barack Obama en marzo de 2013. Estados Unidos y otros acusaron a las fuerzas del presidente sirio Bashar al Assad, respaldadas por Rusia, de violencia indiscriminada en la guerra civil de Siria.

El legislador ruso Sergey Mironov publicó en X su apoyo al “referéndum de independencia” de Texas y ofreció ayuda.

"En el conflicto entre Texas y Estados Unidos, estoy del lado del Estado", escribió. "Si es necesario, estamos dispuestos a ayudar con el referéndum de independencia. Y, por supuesto, reconoceremos a la República Popular de Texas". si hay una. ¡Buena suerte! ¡Estamos contigo!".

La emisora estatal rusa RT ha estado publicando constantemente narrativas que apuntan a que Estados Unidos está al borde de una guerra civil.

Pero el entusiasmo en Moscú no es nada nuevo. El Kremlin ha patrocinado durante mucho tiempo conferencias anuales sobre movimientos secesionistas de todo el mundo, muchas de ellas con presentaciones de activistas de los estados estadounidenses de Texas y California, según ABC News.

Para organizar y albergar tales “conferencias”, el Kremlin utiliza grupos proxy como el Movimiento Antiglobalización de Rusia, que se describe como un “grupo de expertos” con sede en Moscú dirigido por Alexander Ionov, sancionado por Estados Unidos.

El grupo de Ionov ha cubierto los pasajes aéreos y el alojamiento de los delegados de Texas que asistieron a las reuniones anuales en Rusia.

Ionov exhibe la bandera del grupo nacionalista texano en una pared de su oficina junto con cartas de elogio firmadas por Vladimir Putin.

En las redes sociales, principalmente X, los usuarios rusos con obvia lealtad al estado, también han expresado su apoyo a la “libertad” de Texas.

“¡Texas estamos contigo! ¡Libertad para Texas!” y "Por supuesto, estamos a favor de Texas, el estado de la estrella solitaria, que se ha ganado plenamente su derecho a la autodeterminación".

Bret Schafer, investigador principal de medios y desinformación digital del Fondo Marshall Alemán de Estados Unidos (GMF), dijo a Polygraph.info que la narrativa de la guerra civil estadounidense “es algo que ha surgido durante al menos una década (en Rusia), varias narrativas secesionistas en torno a los impuestos, varias historias separatistas”.

Dijo que los medios estatales y los ejércitos de trolls rusos tienen un historial intentando impulsar un conflicto armado en Estados Unidos, por lo que las narrativas de los funcionarios y los medios estatales no son una sorpresa durante esta ronda de su campaña en línea.

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En comparación, los funcionarios gubernamentales y los medios estatales de China no han adoptado una postura pública en la controversia. Los medios estatales como CCTV y Xinhua se abstienen de comentar directamente sobre el enfrentamiento fronterizo de Texas.

Schafer del GMF cree que esto tiene que ver con los diferentes motivos de Beijing y Moscú.

"Si bien Rusia normalmente busca causar caos en Estados Unidos, China normalmente no lo ha hecho", dijo a Polygraph.info. "Que Estados Unidos caiga en una guerra civil no es particularmente bueno para la economía china, mientras que esto es un juego de suma cero para Rusia, donde Rusia considera que Estados Unidos es cero como un beneficio".

Según Schafer, es poco probable que los funcionarios chinos discutan públicamente la crisis fronteriza en Estados Unidos.

Sin embargo, China suele aprovechar los disturbios civiles en Estados Unidos para promover su modelo de gobierno, y sus censores están permitiendo que se produzca un acalorado debate sobre la controversia fronteriza en las fuertemente controladas redes sociales de China.

El hashtag “Texas ha entrado en estado de guerra” fue tendencia en el sitio de microblogging Weibo de China a principios de esta semana, con varias publicaciones respaldaban la postura de Texas y pedían su separación de Estados Unidos.

En Weibo, múltiples personas influyentes están difundiendo desinformación de que Texas está en estado de guerra con el gobierno federal.

“Al menos 400 Humvees, 72 vehículos de combate Bradley y 48 obuses autopropulsados M109 fueron enviados al frente en Texas. El gobernador de Texas ha declarado el estado de guerra”, escribió un usuario de Weibo con el alias Pingyuan Prince, que tiene más de 1.2 millones de seguidores.

De hecho, el gobernador de Texas, Abbott, nunca ha declarado el estado de guerra contra el gobierno federal. Las imágenes de tanques que se difunden en las redes sociales chinas son de tanques Abrams y vehículos de combate Bradley que se envían a Fort Bliss en Texas para un ejercicio militar, no están relacionados con la crisis fronteriza.

Como informó Wenhao Ma del Servicio Mandarín de la VOA, muchos de los rumores falsos y apócrifos sobre Texas encontrados en las redes sociales chinas no han sido desacreditados ni castigados, sino que se han difundido en Weibo y otras plataformas como "temas candentes de búsqueda".

Las respuestas a publicaciones falsas a menudo expresan entusiasmo.

Uno escribió: “¡Un Estados Unidos dividido significará paz para el mundo!”

“¡Apoyemos al pueblo de Texas!”, vitoreó otra persona.

Algunos se han hecho eco de las declaraciones de funcionarios rusos y han vuelto a publicar los comentarios de Zakharova sobre “Texas debe irse” y los comentarios de Medvedev sobre “La República Popular de Texas”.

Otros lectores no tomaron en serio la narrativa de la guerra civil.

"Queremos paz, no una guerra caliente", se lee en una tercera publicación.

"No tomen esto en serio, todo es sólo por las elecciones", argumentó otro internauta.

La inmigración ilegal ha alcanzado un nivel crítico en la frontera de Texas durante los últimos años.

Según datos del Departamento de Seguridad Nacional, las entradas ilegales en diciembre de 2023 alcanzaron las 371.036, una cifra récord. Las Patrullas Fronterizas interceptaron a unas 302.034 personas en la frontera sur de Estados Unidos, de las cuales casi 250.000 fueron detenidas entre los puertos de entrada.

[Olivia Wee contribuyó a este informe. El artículo fue originalmente publicado por Polygraph y traducido por Mila Cruz].

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