La policía de Tailandia arrestó este sábado a un sospechoso en conexión con un ataque con bomba ocurrido a inicios del mes y que mató al menos a 20 personas.
Autoridades tailandesas en una trasmisión a nivel nacional en todos los canales publicaron una foto del sospechoso, un montón de pasaportes turcos y materiales que aseguran fueron usados en la fabricación de la bomba, incluyendo detonadores, rodamientos y un contenedor.
El anuncio es el primer avance significativo que se ha reportado desde la explosión ocurrida el 17 de agosto en el popular santuario Erawan. en el centro de Bangkok, que mató 20 personas entre tailandeses, malasios, indonesios y habitantes de Singapur e hirieron más de 100 personas de diferentes nacionalidades.
La explosión fue el peor ataque aislado ocurrido en Tailandia.
El anuncio de la junta militar se produjo horas después que un hombre extranjero de 28 años fue tomado en custodia en el borde oriental de Bangkok.
Autoridades señalan que el sospechoso alquiló cinco habitaciones en el mismo edificio que fue acordonado y rodeado por más de 100 oficiales después que el supuesto atacante fue aprehendido.
La policía tailandesa había sido criticada por la investigación que realizó al revelar información contradictoria sobre los posibles sospechosos de la explosión.
El primer sospechoso fue capturado a través de las cámaras de circuito cerrado y muestra a un hombre usando una camisa amarilla que dejó una bolsa en el santuario antes de la explosión.
Las autoridades repetidas veces se negaron a llamar al ataque un acto terrorista y negaron en declaraciones a la Voz de América que los chinos fueran el objetivo principal.
En especulaciones recientes ha aumentado un posible vínculo con el grupo étnico minoritario chino Uighur o sus simpatizantes religiosos en Turquía.
El gobierno militar tailandés repatrió violentamente a más de 100 refugiados del grupo étnico en mención a China, una acción que fue condenada por grupos internacionales de derechos humanos.
