Un tribunal tailandés condenó el jueves a cadena perpetua a Daniel Sancho, hijo del actor español Rodolfo Sancho, por el asesinato y descuartizamiento del médico colombiano Edwin Arrieta el año pasado en la popular isla turística de Koh Phangan.
La Corte Provincial de Koh Samui dictó una sentencia inicial de pena de muerte para Sancho, pero en su fallo la conmutó por cadena perpetua debido a su cooperación durante el juicio, dijo a The Associated Press el coronel de la policía Paisan Sangthep, subcomandante de la policía de la provincia de Surat Thani, quien asistió a la vista.
La familia de Arrieta emitió un comunicado en el que expresó su satisfacción por la decisión judicial y agradeció "a la justicia y a la policía taliandesa por su trabajo y sentencia".
"Tal y como siempre supimos la premeditación era un hecho demostrable y teníamos los elementos para hacerlo valer", dijo la familia.
Daniel Sancho, un cocinero de 30 años con un canal en YouTube, fue acusado del asesinato de Edwin Arrieta Arteaga, un cirujano plástico colombiano de 44, cuando ambos estaban de vacaciones en la isla tailandesa de Koh Pha-ngan en agosto del año pasado.
La isla es famosa por sus fiestas mensuales de “luna llena” en la playa, que duran toda la noche y atraen a visitantes de todo el mundo.
Daniel Sancho es hijo de Rodolfo Sancho, protagonista de "El Ministerio del Tiempo", y de la actriz Silvia Bronchalo. Se declaró culpable de ocultar el cadáver de la víctima, pero negó el asesinato premeditado, según el tribunal.
A lo largo del juicio, Sancho había mantenido que el asesinato en agosto de 2023 de Arteaga, cirujano plástico, fue un acto de defensa propia, según los medios tailandeses. Su abogado declinó hacer comentarios cuando varios medios lo contactaron.
La investigación confirmó que Sancho desmembró el cuerpo de la víctima y colocó partes del mismo en bolsas de plástico que distribuyó por la isla.
El tribunal le condenó inicialmente a muerte, pero redujo la pena a cadena perpetua debido a la versión que dio de los hechos durante el interrogatorio. Se le ordenó indemnizar a la familia de la víctima con 4,42 millones de baht (130.230 dólares).
Los elementos del caso — una muerte violenta en una isla turística, las conexiones con celebridades y los detalles escabrosos — atrajeron una enorme cobertura de la prensa española. HBO produjo un documental en español sobre los hechos.
El caso salió a la luz cuando unos basureros encontraron en un vertedero lo que el diario Bangkok Post describió como un trozo de pelvis y unos intestinos que pesaban alrededor de 11 libras en un saco de fertilizante.
Poco después, Sancho reportó la desaparición de Arrieta ante la policía, y las autoridades recopilaron evidencias que relacionaban a los dos hombres y procedieron a arrestarlo e interrogarlo.
La policía estableció una narrativa y explicó a la prensa que Sancho había confesado el asesinato, apuntando que lo había planeado porque Arrieta amenazaba con deshonrarlo a él y a su familia al revelar su supuesta relación sexual.
Sancho, a través de su padre y sus abogados, dijo que esa era una versión distorsionada de lo que le había contado a la policía y negó haber mantenido una relación sexual con la víctima.
La policía obtuvo un video de seguridad en el que se veía a Sancho comprando supuestamente un cuchillo, guantes de goma, bolsas de basura y productos de limpieza en una tienda antes de la muerte de Arrieta, lo que según la fiscalía respaldaba el argumento de premeditación.
En su alegato final ante el tribunal, Sancho dijo que lamentaba sus actos, según reportó el diario español El País.
“Siento que se haya perdido una vida y que unos padres hayan perdido un hijo”, dijo Sancho. “Siento que su familia no haya podido enterrarlo en condiciones. Siento lo que hice después de la muerte”.
[Con información de Reuters y AP]
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