Sobre un fondo rojo intenso con misiles, aparecen las figuras del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, y el presidente de Rusia, Vladimir Putin, cara a cara. En la parte inferior de la ilustración se lee la palabra "Apocalipsis".
Esta imagen ha circulado ampliamente en plataformas sociales y en sitios pro-Kremlin, donde se afirma que es una portada de la revista británica The Economist.
Las publicaciones comenzaron a circular después que la administración del presidente Joe Biden autorizara a Ucrania los ataques con misiles de largo alcance suministrados por EEUU dentro de Rusia, según informaron medios el 17 de noviembre.
Al día siguiente, una cuenta en X compartió la supuesta portada, que hasta la fecha ha sido vista por alrededor de 12.000 personas. En la publicación se leía:
“El permiso para lanzar ataques con misiles profundamente en Rusia es el comienzo de la Tercera Guerra Mundial”, advierte The Economist, revista de culto profética.
El mismo texto, junto a la imagen, apareció en el portal digital tiraspol-news.ru en una breve nota en ruso, publicada el 18 de noviembre.
En el segundo párrafo, el sitio aseguraba que "los expertos sospechan desde hace tiempo que detrás de los autores está la élite mundial", y mencionaba eventos como la pandemia de COVID-19 y el conflicto en el Medio Oriente, sin citar fuentes.
Sin embargo, esta portada es falsa.
A través de una búsqueda directa en el sitio web de The Economist, específicamente en su archivo, confirmamos que la supuesta portada no ha sido publicada por la revista.
Además, en los supuestos titulares ubicados en la parte superior derecha se detectaron inconsistencias en la redacción, así como la falta de la fecha, un detalle habitual en cada portada.
Esto nos lleva a pensar que se trata de una imagen manipulada con la finalidad de desinformar, una táctica común de la propaganda rusa en el contexto de la guerra en Ucrania.
Darren Linvill, profesor en la Universidad de Clemson especializado en campañas de desinformación rusas y codirector de los Media Forensics Hubs, explicó en un informe del International Consortium of Investigative Journalists (ICIJ) que:
“Tales campañas suelen presentar signos característicos de lo que se conoce como 'lavado de narrativa'. Al igual que el lavado de dinero, el 'lavado de narrativa' busca hacer pasar información errónea como si fuera legítima”.
Al hacer que la información errónea parezca que proviene de una "fuente imparcial", agregó Linvill a ICIJ, "le da al mensaje una mayor probabilidad de ser creído por un público más general".
Por lo tanto, llegamos a la conclusión de que esta portada es falsa. La imagen ha sido fabricada digitalmente para hacernos creer que la información sobre un panorama caótico fue compartida por un medio de gran reputación como The Economist.
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