El presidente Donald Trump está en busca de un nuevo secretario de Salud para que tome el puesto de Tom Price, quien renunció el viernes por gastar demás en vuelos privados para viajes oficiales.
El secretario de Salud y Servicios Humanos maneja un departamento de $1 billón de dólares, con 80.000 empleados y la jurisdicción de los principales programas de seguros, investigaciones médicas avanzadas, seguridad en medicamentos y alimentos, salud pública y prevención de enfermedades.
El gobierno deberá de supervisar estrictamente los viajes de los miembros del gabinete. Tras las noticias sobre Price, la Comisión para la Supervisión y Reforma del Gobierno de la Cámara de Representantes lanzó una investigación que abarca a todos los viajes de los altos miembros del gobierno.
Trump nombró a Don J. Wright, subsecretario adjunto de salud, como secretario interino.
Seema Verma, protegida del vicepresidente Mike Pence, ha sido señalada como posible sucesora de Price. Actualmente dirige los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid, programas gubernamentales de asistencia médica para los ancianos, pobres o discapacitados, que cubre a más de 130 millones de estadounidenses.
El desafío inmediato de Verma es administrar la temporada de inscripción abierta de 2018 bajo la reforma al sistema de salud pública del presidente Barack Obama, que Trump y el Congreso, liderado por el partido republicano, no han podido revocar.
Otro posible candidato para el departamento de salud el comisionado de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) Scott Gottlieb, quien obtuvo apoyo bipartidista en su confirmación y es bien conocido en los círculos gubernamentales, políticos y de la industria.
Price, de 62 años, renunció el viernes por la tarde.