La tormenta atlántica Lee tocó tierra el sábado con fuerza casi de huracán y llevó vientos destructivos, fuerte oleaje y lluvias torrenciales a Nueva Inglaterra y las Provincias Marítimas canadienses.
Sin embargo, las autoridades retiraron algunas alertas para la región el sábado por la noche y predijeron que la tormenta desaparecería a principios de semana.
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos dijo este domingo por la mañana que el ciclón postropical estaba unos 55 kilómetros al oeste de Charlottetown, en la Isla del Príncipe Eduardo, y unos 360 kilómetros al oeste de Channel-Port Aux Basques, en Terranova.
Los vientos sostenidos se habían reducido por tercera vez en 24 horas a 85 kilómetros por hora, aunque se esperaban algunas ráfagas más fuertes.
“Se espera un debilitamiento gradual durante el próximo par de días y Lee podría disiparse el martes”, indicó el centro de huracanes.
El centro canceló la alerta por tormenta tropical para la costa de Maine el sábado por la noche y reportó que el Centro Canadiense de Huracanes había retirado su alerta por tormenta tropical para Nuevo Brunswick y partes de la Isla del Príncipe Eduardo.
Se esperaba que las marejadas ciclónicas se calmaran el domingo tras previsiones de que alcanzaran los 0,91 metros (3 pies) el sábado en zonas costeras, indicó la agencia.
Una persona murió en Maine el sábado cuando una rama de árbol cayó sobre su vehículo. La rama derribó tendidos eléctricos y los electricistas tuvieron que cortar la luz antes de sacar al hombre, que murió más tarde en un hospital, según el jefe de policía Brian Lunt.
La tormenta se movía a unos 22 kilómetros por hora y se esperaba que se desplazara hacia el nordeste por las Provincias Marítimas de Canadá. Se esperaba que todavía cayeran otros 25 milímetros o menos de agua en zonas del este de Maine, Nuevo Brunswick y Nueva Escocia.
Se mantuvo la alerta por tormenta tropical para zonas de Nueva Escocia, la Isla del Príncipe Eduardo y las islas de la Magdalena. Los vendavales podrían derribar árboles y provocar apagones, indicó el centro.
La tormenta era lo bastante grande y fuerte como para provocar cortes de luz a varios cientos de millas de su centro. Para el mediodía del sábado, 11 % de los clientes de electricidad en Maine no tenían servicio, al igual que el 27 % en Nueva Escocia, el 8 % en Nuevo Brunswick y el 3 % en la Isla del Príncipe Eduardo.
En Bar Harbor, Maine, el acceso turístico al Parque Nacional de Acadia, un barco de observación de ballenas se soltó el sábado de su amarre y se estrelló en tierra. Las autoridades trabajaban para descargar 6.813 litros de diésel de la embarcación para evitar que se derramaran en el océano.
Lee inundó carreteras costeras en Nueva Escocia y dejó fuera de servicio los transbordadores, al tiempo que sembraba ansiedad en una región que aún se resiente de los incendios forestales y las graves inundaciones de este verano. El mayor aeropuerto de Nueva Escocia, el Halifax Stanfield International, canceló todos sus vuelos.
“La gente está agotada... Es tanto en tan poco tiempo”, dijo Pam Lovelace, concejal de Halifax.
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