El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo el martes que México “básicamente no está haciendo nada por evitar que inmigrantes ilegales lleguen a nuestra frontera sur” y advirtió que pronto tomaría medidas en respuesta.
“La actitud de México es que las personas de otros países, incluyendo personas de México, deberían tener el derecho a pasar libremente a Estados Unidos y que los contribuyentes estadounidenses deberían ser responsables por los enormes costos asociados a esta inmigración ilegal”, indicó.
“¡México está equivocado y pronto daré una respuesta!”, declaró el mandatario republicano en Twitter, sin dar más detalles.
Trump, quien presiona para construir un muro a lo largo de partes de la frontera con México después de no haber logrado que su vecino del sur pague por la barrera como prometió durante su campaña electoral en 2016, no entregó detalles sobre su planeada respuesta.
La Casa Blanca no respondió de inmediato los pedidos para realizar comentarios sobre el tuit de Trump y si el mandatario se refiría a un pedido de su par mexicano, Andrés Manuel López Obrador, para alcanzar un acuerdo con Estados Unidos y otros países para abordar el flujo de migrantes centroamericanos.
López Obrador dijo el lunes que Trump había comprometido inversión de su país en América Central y México, y que había mostrado interés en sus ideas, pero que el próximo paso era firmar un acuerdo.
El gobierno de Andrés Manuel López Obrador sostiene que la principal estrategia para controlar la migración es el desarrollo de los países de origen y acaba de participar en un plan para mejorar la calidad de vida de la región auspiciado por una agencia de la ONU. Sin embargo, en lo que va del año incrementó las detenciones y devoluciones de migrantes hasta un 150%, con lo que las estaciones migratorias están rebasadas.
En este sentido, México estudia la construcción de nuevas instalaciones para migrantes porque reconoce que las instalaciones actuales no son las adecuadas para enfrentar el flujo de personas que llega al país. De esta manera, el gobierno busca reducir las estaciones migratorias -que son centros de detención de facto- y construir albergues donde los migrantes no tengan restringidos sus movimientos.
Tonatiuh Guillén, responsable del Instituto Nacional de Migración (INM), dijo en una entrevista con The Associated Press que el primer proyecto de este tipo se construirá en Chiapas, casi en la frontera con Guatemala.
"Estamos por consolidar el terreno que será de 15 hectáreas en Tapachula", dijo Guillén. "Si todo sale bien en el segundo semestre empezaríamos el diseño y ojalá la construcción de la nueva infraestructura con características de albergue y no de seguridad; de convivencia, y no de control".
México se ha visto desbordado por el creciente flujo de migrantes en los últimos meses, muchos de los cuales han llegado en caravana o se han unido a esos grupos formados sobre todo por familias centroamericanas con niños.
En abril, Trump amenazó con imponer aranceles a los automóviles provenientes de México si la segunda mayor economía de América Latina no ayudaba a Washington a lidiar con la inmigración y el contrabando de drogas en la frontera.
El gobierno de Estados Unidos ha asegurado que oficiales fronterizos detuvieron a casi de 99.000 personas que cruzaban la frontera en abril, la cifra más alta desde 2007, en momentos en que funcionarios de Washington denuncian lo que llaman una crisis humanitaria y de seguridad.