Mientras crecen las tensiones y la agitación en Ucrania, la respuesta de Estados Unidos a la crisis se está convirtiendo en un problema cada vez más polémico en Washington.
Los choques mortales son cada vez más comunes, y cada día que pasa Ucrania se acerca más a una guerra civil entre un gobierno prooccidental en Kiev, y las milicias prorrusas, respaldadas por Moscú.
La nueva ronda de sanciones de parte de la comunidad internacional destinadas al círculo íntimo del presidente ruso, Vladimir Putin, no ha alterado la postura agresiva de Moscú hacia Ucrania, un hecho señalado por los críticos del presidente Barack Obama en Washington.
"El presidente Obama es duro cuando habla de Vladimir Putin. Pero sus acciones no han ido lo suficientemente lejos para cambiar el cálculo de Putin que los beneficios de su agresión son mayores que los costos ", dijo el senador republicano Marco Rubio.
La semana pasada, los senadores republicanos introdujeron un proyecto de ley para sancionar a los bancos rusos y de otros sectores económicos claves del país.
"Nuestro bienestar económico es profundamente dependiente de nuestra seguridad nacional. El problema es que el presidente Obama no parece entender esto. En lugar de dar forma a los acontecimientos del mundo, ha menudo simplemente reacciona a ellos", señaló Rubio.
Sin embargo, el presidente Obama no ha descartado la propuesta republicana.
“Si Rusia sigue su curso actual, tenemos una amplia gama de herramientas a nuestra disposición, incluyendo sanciones que apuntarían a ciertos sectores de la economía rusa", manifestó el mandatario.
No obstante, en una conferencia de prensa con la canciller alemana, Angela Merkel , Obama dijo que espera que la diplomacia funcione y que no sean necesarias más sanciones para Moscú.
"No estamos interesados en castigar al pueblo ruso. Nosotros pensamos que el señor Putin y su círculo de liderazgo están tomando malas decisiones y decisiones innecesarias y él tiene que ser disuadido de su curso actual", dijo Obama.
La crisis en Ucrania no es más que una fuente de fricción en el ámbito de la política exterior entre la Casa Blanca y sus críticos.
Además de la crisis con Rusia, muchos republicanos, e incluso algunos legisladores demócratas, han instado a una respuesta más sólida de EE.UU. a la lucha en Siria, y se muestran escépticos acerca de los esfuerzos del gobierno para limitar las ambiciones nucleares de Irán a través de la diplomacia.
Los choques mortales son cada vez más comunes, y cada día que pasa Ucrania se acerca más a una guerra civil entre un gobierno prooccidental en Kiev, y las milicias prorrusas, respaldadas por Moscú.
La nueva ronda de sanciones de parte de la comunidad internacional destinadas al círculo íntimo del presidente ruso, Vladimir Putin, no ha alterado la postura agresiva de Moscú hacia Ucrania, un hecho señalado por los críticos del presidente Barack Obama en Washington.
"El presidente Obama es duro cuando habla de Vladimir Putin. Pero sus acciones no han ido lo suficientemente lejos para cambiar el cálculo de Putin que los beneficios de su agresión son mayores que los costos ", dijo el senador republicano Marco Rubio.
La semana pasada, los senadores republicanos introdujeron un proyecto de ley para sancionar a los bancos rusos y de otros sectores económicos claves del país.
"Nuestro bienestar económico es profundamente dependiente de nuestra seguridad nacional. El problema es que el presidente Obama no parece entender esto. En lugar de dar forma a los acontecimientos del mundo, ha menudo simplemente reacciona a ellos", señaló Rubio.
Sin embargo, el presidente Obama no ha descartado la propuesta republicana.
“Si Rusia sigue su curso actual, tenemos una amplia gama de herramientas a nuestra disposición, incluyendo sanciones que apuntarían a ciertos sectores de la economía rusa", manifestó el mandatario.
No obstante, en una conferencia de prensa con la canciller alemana, Angela Merkel , Obama dijo que espera que la diplomacia funcione y que no sean necesarias más sanciones para Moscú.
"No estamos interesados en castigar al pueblo ruso. Nosotros pensamos que el señor Putin y su círculo de liderazgo están tomando malas decisiones y decisiones innecesarias y él tiene que ser disuadido de su curso actual", dijo Obama.
La crisis en Ucrania no es más que una fuente de fricción en el ámbito de la política exterior entre la Casa Blanca y sus críticos.
Además de la crisis con Rusia, muchos republicanos, e incluso algunos legisladores demócratas, han instado a una respuesta más sólida de EE.UU. a la lucha en Siria, y se muestran escépticos acerca de los esfuerzos del gobierno para limitar las ambiciones nucleares de Irán a través de la diplomacia.