Un masivo ataque ruso que incendió apartamentos y dejó sin calefacción a miles de personas en la ciudad portuaria de Odesa, en el sur de Ucrania, mató a una persona e hirió a otras 10, dijeron las autoridades el viernes.
Los ataques del jueves por la noche en la ciudad del Mar Negro dañaron edificios residenciales, el sistema de calefacción, iglesias e instituciones educativas, según el alcalde de Odesa, Gennadiy Trukhanov, quien dijo que había sido "un ataque enemigo combinado masivo".
Trukhanov dijo el viernes por la mañana que una mujer de 35 años que dormía cerca de una ventana en el momento del ataque había muerto.
El Servicio Estatal de Emergencias de Ucrania confirmó una muerte y dijo que otras 10 personas resultaron heridas, incluidos dos niños.
Se registraron incendios en varios lugares, pero fueron extinguidos rápidamente, mientras que la tubería principal de calefacción resultó dañada, dejando a decenas de miles de personas en el frío mientras las temperaturas nocturnas caen hasta los cero grados Celsius.
"Más de 40.000 personas, así como las instituciones médicas y sociales, se encuentran sin calefacción", escribió Trukhanov en Telegram. "En las instituciones médicas funcionan generadores y calentadores".
La alcaldía dijo que se estaban distribuyendo bebidas calientes y mantas mientras se reparaba el oleoducto.
Después de huir durante el sonido de la sirena de ataque aéreo, Oleksandra, residente de Odesa, dijo que vio fotografías de su casa dañada.
"Cuando ocurrió todo, estábamos escondidos en un refugio. En las fotos de los canales locales vimos que esa era nuestra casa", contó a la emisora pública Suspilne Odesa.
Rusia ha intensificado recientemente sus ataques aéreos contra el sur de Ucrania, dañando buques civiles e instalaciones portuarias en la región de Odesa, mientras que Kiev ha intensificado sus ataques contra objetivos militares y energéticos rusos.
Temprano el viernes por la mañana, la fuerza aérea de Ucrania informó que seis bombarderos Tu-95, capaces de transportar misiles de crucero, se dirigían al sureste desde una base en Rusia.
Mientras tanto, el Ministerio de Defensa de Moscú anunció que había interceptado 51 drones ucranianos durante la noche, frustrando un ataque que tenía como objetivo regiones costeras, incluidas Crimea y el mar de Azov.
Ucrania se está preparando para su invierno de guerra más duro hasta el momento, con Moscú habiendo destruido grandes partes de su capacidad generadora y continuando con sus ataques a plantas de energía.
En inviernos anteriores, millones de ucranianos sufrieron apagones periódicos y se quedaron sin calefacción en temperaturas bajo cero.
Las fuerzas ucranianas están perdiendo terreno en el este y aumentan las preocupaciones en Kiev sobre el futuro de la ayuda militar extranjera tras la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos.
Kiev lleva meses pidiendo a sus aliados occidentales que le proporcionen más sistemas de defensa aérea para defenderse de los ataques rusos a ciudades e infraestructuras críticas.
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