Eddie Jácome llegó temprano para hacer sus compras, tomó una ficha y esperó su turno. Él y su familia llegaron hace un mes a Nueva York y no tienen nada, ni ropa para cambiarse.

“Primera vez que vengo a la tienda y en ese caso sí me están ayudando con la ropa que necesito porque en verdad tengo a mis hijos, estoy llegado hace un mes aquí y gracias a Dios me están ayudando”, cuenta Eddie Jácome, Migrante nicarangüense.

Esta es la pequeña tienda de la bondad, ubicada en pleno corazón de Manhattan en Bryant Park, en un espacio donado por una iglesia. Allí se consiguen prendas de vestir, zapatos, artículos de uso personales y hasta juguetes para los más pequeños. Funciona a base de donaciones y la tienda es exclusiva para migrantes y solicitantes de asilo que recién acaban de llegar.

“Atendemos a unas 35 familias cada día, llegan aquí y tienen entre 15 y 20 minutos para seleccionar lo que necesitan”, comenta Lynda Selde, Voluntaria.

Aunque es limitado lo que se pueden llevar, todo es completamente gratis.

“Nos faltaba de todo porque tenemos casi un mes acá y aún no tenemos trabajo, pero sí agradecida porque ya llevo lo que necesito”, dice Tatiana Moreira, Migrante nicaragüense.

Eddie Jácome se llevó unas botas, camisas y ropa interior. Mañana ya será otro día para él y su familia, ya con algo para vestir.

Los voluntarios se enfocan ahora en reunir donaciones de útiles escolares para los migrantes que iniciarán el próximo año escolar.