En medio del escándalo de abusos sexuales y la disminución del número de sacerdotes en el mundo, el Vaticano sienta las bases para el debate formal de un asunto que por mucho tiempo ha sido considerado como tabú: permitir la ordenación de hombres casados en lugares del mundo donde los curas son escasos.
El Papa Francisco ha convocado a un sínodo de obispos sudamericanos el año próximo sobre la situación de la iglesia en la Amazonía, un territorio enorme con muy pocos sacerdotes. Uno de los temas en discusión será previsiblemente la ordenación de hombres de comprobada virtud, los llamados "viri probati".
Esta semana la TV italiana emitirá un documental de dos horas, "La elección: sacerdotes y amor", sobre una decena de hombres en cuatro países europeos, quienes clandestinamente con mujeres, han creado sus propias comunidades eclesiales no autorizadas. En ellas, sacerdotes casados ofician la misma o han abandonado su ministerio para casarse.
El documental, que será emitido el miércoles por Discovery Italia y al que tuvo acceso previo The Associated Press, argumenta que muchos de estos hombres serían felices de poder regresar al sacerdocio y ofrecer sus servicios pastorales.
Su situación cuenta con las simpatías del Sumo Pontífice, quien desde hace tiempo se ha mostrado dispuesto a considerar a los "viri probati" para satisfacer las necesidades pastorales en el Amazonas. También el Papa ha expresado solidaridad con los sacerdotes que han tomado la angustiosa decisión de renunciar.
Semanas atrás, Vocatio, una asociación italiana de "curas casados", prometió solidaridad en una carta al Papa Francisco, al afrontar las consecuencias globales de los abusos sexuales y nuevamente ofreció sus servicios pastorales.
"Nos gustaría que tomara en consideración -sin prejuicios ni pretensiones- la oportunidad de permitir nuestra presencia activa en la actividad diocesana, dadas nuestra experiencia y competencia en los sacramentos que hemos vivido: el ministerio y el matrimonio", escribió el grupo.
El titular de Vocatio, el exsacerdote Rosario Mocciaro, quien se casó por registro civil en 1977, calcula que sólo en Italia hay unos 5.000 hombres que renunciaron al sacerdocio, un tercio de los cuales buscarían regresar como hombres casados, si se lo permitieran.
Mocciaro expresó esperanzas en que habrá progreso con el Papa Francisco y con algunos obispos italianos solidarios, quienes han aportado "un nuevo aire y ambiente" al antiguo problema.
"La posibilidad de tener "viri probati" sería una gran apertura, un gran paso adelante", dijo Mocciaro a la AP. Con ello, tanto la iglesia como la opinión pública empezarían a aceptar la perspectiva de que habría sacerdotes y casados y célibes.