Al cierre de la campaña electoral en Venezuela y faltando horas apenas para unos comicios que desde hace semanas han sido rechazados por buena parte de la comunidad internacional, incluyendo EE.UU., Canadá, la U.E. y el Grupo de Lima, el gobierno venezolano insiste en llevar a cabo una elección que muchos han catalogado de “farsa que validaría el ‘régimen’ del presidente Nicolás Maduro”.
Ya la atención del mundo, de los venezolanos que llevan años en el exilio, y especialmente de los venezolanos que recientemente han abandonado el país huyendo del hambre, la miseria, la inseguridad, y la escasez de medicamentos básicos, está centrada más allá del 20 de mayo.
La primera necesidad de quienes se han ido, incluso a pie, hacia Brasil y Colombia es saciar el hambre y lograr lo más básico para sí mismos y sus familias. El tema electoral les es, por el momento, ‘lejano pero no ajeno’ y les preocupan más los familiares, amigos y vecinos que han dejado atrás.
¿Derechos humanos?
Basta con dar un vistazo a los titulares de la prensa venezolana de las últimas horas: “Motín en El Helicoide”, sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional, SEBÍN, “deja varios heridos”. Ahí se encuentran recluidos presos comunes, presos políticos -como el ex alcalde Daniel Ceballos-, y el estadounidense Joshua Holt, a quien el gobierno venezolano acusa de porte ilícito de armas. El encargado de negocios de EE.UU. en Venezuela, Todd Robinson, indicó que continuará pidiendo la libertad de Joshua Holt y los demás ciudadanos estadounidenses retenidos en El Helicoide.
Como dijo el jueves en Twitter el octogenario líder opositor venezolano Enrique Aristeguieta Gramcko, “Ahora la gente sabe lo que pasa en el Helicoide, que no es otra cosa que el desprecio del Régimen por la justicia y los DDHH. Igual es su desprecio por el voto y la opinión de los ciudadanos, por eso votar en su farsa es reconocerlos”.
El propio Aristeguieta fue detenido por las autoridades venezolanas y trasladado al SEBIN, en la madrugada del pasado viernes dos de febrero, y liberado en horas de la noche ese mismo día.
Por su parte, mientras Joshua Holt y otros estadounidenses siguen presos en el SEBIN, el presidente Nicolás Maduro afirmó que la disposición de Estados Unidos de conversar con el gobierno norcoreano debería servirle de ejemplo a Washington para que dialogue con Venezuela sobre diversos temas. El hasta ahora “acercamiento” entre Washington y Pyongyang fue catalogado por Maduro como “muy positivo”.
El nuevo embajador de EE.UU. ante la Organización de los Estados Americanos, OEA, Carlos Trujillo, preguntó el lunes, en México, “¿hasta cuándo vamos a aguantar a un presidente que abusa de su pueblo?”, al asegurar a la Voz de América que las cuestionadas elecciones venezolanas marcan una “línea roja” para la comunidad internacional.
“Cuando yo sea presidente”
A escasos días de las elecciones presidenciales convocadas por el gobierno de Venezuela, la Voz de América se trasladó hasta la ciudad de Turmero, estado Aragua, donde conversó con Henri Falcón, candidato a la primera magistratura de un sector de oposición.
La VOA preguntó a Falcón cómo sería su relación con EE.UU. en caso de que gane las elecciones.
Falcón, quien durante años mantuvo una estrecha relación con el difunto presidente Hugo Chávez y quien ha sido acusado de continuar siendo chavista, respondió: “por supuesto que nosotros debemos privilegiar nuestra relación con quienes tradicionalmente han sido aliados importantes, no solo EE.UU., también España, Colombia. Eso va a ser así cuando yo sea presidente”, señaló. “Cuando yo sea presidente vamos a ser reconocidos por el mundo”.
En un tono que recuerda mucho al utilizado por el entonces candidato Hugo Rafael Chávez Frías durante su primera campaña electoral, en 1998, Falcón dijo repetidamente “por supuesto” a la liberación de presos políticos, a la dolarización de la economía venezolana, a enmendar la Constitución para eliminar la reelección indefinida -a la que la calificó de “una gran perversión”-, al equilibrio y separación de poderes, y a la liberación de todos los presos políticos dentro de lo que marque la Constitución venezolana.
¿Seis años más?
Falcón no habló del caso del dirigente opositor Leopoldo López, quien se encuentra en arresto domiciliario.
El candidato Falcón argumenta que aquellos sectores que llaman a la abstención no le han presentado propuestas válidas al país y que él solo busca estabilizar social y políticamente a Venezuela.
El director de la empresa encuestadora venezolana Datanálisis, José Antonio Gil Yépez, señaló que si la abstención se mantiene en 50% para las elecciones presidenciales del 20 de mayo, Nicolás Maduro será reelecto nuevamente como presidente.
Yépez explicó que la abstención más grande en Venezuela en elecciones presidenciales ha sido de 60%, hace décadas, en la época de Rafael Caldera.
Caldera, durante su segundo gobierno, liberó de la cárcel a Hugo Chávez, quien años después se postularía a la presidencia, derrotando a sus adversarios en elecciones libres y justas el seis de diciembre de 1998.
En febrero de 1992 Chávez protagonizó un intento de golpe de estado contra el entonces mandatario Carlos Andrés Pérez, por lo que fue encarcelado.
El 8 de diciembre de 2012, en un discurso televisado antes de partir—por última vez, a Cuba, a continuar un tratamiento por un agresivo cáncer—Chávez designó a Nicolás Maduro como su sucesor. Maduro ganó las elecciones de abril de 2013, un mes después del fallecimiento de su mentor.