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"No sólo buenas intenciones", pide oposición venezolana a Gobierno


El diputado opositor Luis Florido aseguró que la negativa de ir a Dominicana no tiene que ver con un cálculo político porque seguidores de la oposición criticaron las negociaciones con el Gobierno.
El diputado opositor Luis Florido aseguró que la negativa de ir a Dominicana no tiene que ver con un cálculo político porque seguidores de la oposición criticaron las negociaciones con el Gobierno.

La oposición de Venezuela le pidió el miércoles al Gobierno de Nicolás Maduro “hechos, no sólo buenas intenciones”, para retomar las conversaciones en República Dominicana con el fin de superar la aguda crisis que atraviesa el país petrolero.

El martes, la oposición dijo que no acudiría a una segunda ronda de reuniones exploratorias en Santo Domingo, porque el Gobierno socialista no cumplió con los requerimientos que se le plantearon en una primera reunión hace dos semanas.

“Estando en República Dominicana hemos sentido que hay deseo de avanzar (por parte de los representantes del Gobierno), pero (...) llegó el momento de decir: queremos obras, queremos hechos, no buenas intenciones”, dijo a Reuters el diputado Luis Florido, vocero del equipo negociador de la oposición.

“Los requisitos son una muestra de querer avanzar: es decirnos con hechos, y ya no con palabras, que ellos quieren avanzar en un acuerdo duradero para los venezolanos”, agregó vía telefónica. “No podemos ir a República Dominicana para hablar de cualquier cosa, tenemos que ir a hablar de los temas previstos”.

Los partidos opositores, agrupados en la coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD), exigen al Gobierno socialista cumplir con cuatro requisitos para continuar con las “reuniones exploratorias” bajo el aval del presiente Danilo Medina.

Entre las peticiones figuran el cese de la “violación sistemática de los derechos humanos”, incluida la “reducción” de los políticos presos en cárceles del país, garantías “democráticas” para las elecciones de gobernadores a mediados de octubre y nombramiento de otro país garante para acompañar a México, Chile, Bolivia, Nicaragua y Paraguay, detalló.

La oposición acusa a Maduro de comandar una “dictadura” y de arrastrar a su país a una crisis económica sin precedentes. El mandatario, por su parte, sostiene que el descalabro es producto de una “guerra económica” liderada por la oposición, cuyo fin último es derrocarlo.

Más tarde el miércoles, el mandatario criticó “la obsesión de la derecha mundial” con su país, en referencia a las declaraciones del jefe del gobierno español, Mariano Rajoy, quien dijo en la víspera, tras una reunión con Donald Trump, que Venezuela se encamina hacia una “dictadura”.

“Que hable de España, que hable de Cataluña, que hable de los problemas entre Estados Unidos y Europa, pero que se olvide de nombrar a Venezuela que es una patria de dignidad”, dijo Maduro en un acto público. “Yo rechazo y repudio las expresiones intervencionistas, groseras y absurdas de Mariano Rajoy”.

Tras conversar con Rajoy en la Casa Blanca, Trump pidió a la Unión Europea que se sume a las sanciones contra el gobierno de Maduro, siguiendo el ejemplo de Estados Unidos.

Negociación delicada

En 2016, un proceso de conversaciones parecido al actual, pero respaldado por El Vaticano, no llegó a buen puerto por lo que los seguidores de la oposición han criticado duramente a sus dirigentes por volver a sentarse con el Gobierno.

Florido, un administrador de 51 años, dijo que esta vez la oposición está más fuerte para exigir sus demandas tras cuatro meses de protestas antigubernamentales a principios de año, una aguda crisis económica que ha golpeado la popularidad de Maduro y el rechazo masivo de la comunidad internacional al Gobierno.

“Aprendimos de los errores de procesos anteriores”, confesó Florido. “Es importante que no le fallemos a los venezolanos (...) no vamos a hacerlo”.

Sin embargo, el también presidente de la comisión de política exterior del Parlamento, dominado por la oposición, admitió que el proceso requiere hilar fino.

“Sabemos que la negociación con el Gobierno es delicada y no es popular y estamos arriesgando nuestro capital político, pero cuando uno se concentra en el objetivo, más que en la recompensa, siempre le va bien”, opinó el que fue precandidato de la oposición por el estado Lara para las regionales.

“Y el objetivo es lograr un país de derechos para todos, una Venezuela libre y democrática, un país que vuelva al desarrollo económico”, agregó.

“Nosotros no estamos atendiendo lo que es popular, estamos atendiendo a lo que es correcto, lo que consideramos le hace bien al país”, concluyó.

Reuters

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