Rafael Pineyro llegó a Estados Unidos siendo un joven de 14 años, originario de Caracas, Venezuela. Junto a su familia, conoció los sinsabores de la distancia y la lucha por conseguir el estatus migratorio legal en Estados Unidos, pero también supo de las oportunidades y de los sueños que podía alcanzar en este país que abraza al inmigrante.
Pineyro estudió Administración Pública y siempre le apasionó ayudar a los demás. Desde hace 10 años descubrió que la política “era lo suyo” y decidió emprender camino hasta alcanzar sus metas. Ahora, su principal motivación y por la que aspira a tener una curul en el Concejo de la ciudad del Doral, en la Florida, es ayudar a la comunidad.
“Se están viviendo momentos muy difíciles a causa de la pandemia, dice Pineyro. "Muchos negocios, sobre todo los que pertenecen a hispanos, que ya son el 80% de la población de esta ciudad, han tenido que cerrar temporal o permanentemente. Deseo mejorar además la calidad de vida de nuestros residentes.
"Somos una ciudad multicultural, pero carecemos de programas culturales. Creo que debemos ayudar a que todos a que los que perdieron su trabajo puedan recuperarlo y los negocios que cerraron, vuelvan a abrir”, agregó.
Pineyro aboga por las familias, por una comunidad en crecimiento y por la recuperación económica.
“Tengo 10 años de experiencia como administrador y pienso que estamos en un momento extraordinario donde no necesitamos experimentar, sino tener personas que realmente tengan experiencia a nivel de servicio público, en posiciones de poder político; sobre todo a nivel local”.
Venezolanos sin estatus legal en el punto de mira
Como inmigrante y alguna dreamer o soñador (como se le conoce a los que clasifican en la Acción Diferida para los llegados en la infancia, DACA), Pineyro admite que conoce perfectamente lo que se siente al no saber cuál será el futuro en un país desconocido y con las probabilidades reducidas por no tener documentos.
Un gran porcentaje de la diáspora de Venezuela se agrupa en la ciudad del Doral, en el área de Miami, en el sur de la Florida. Por esa razón el sitio es conocido popularmente como ‘Doralzuela’. Es por mucho uno de los sitios preferidos de asentamiento de los venezolanos.
“Tenemos que abogar mucho por los venezolanos que se encuentran en el sur de la Florida, especialmente, en la ciudad del Doral. Ya más del 30% de la población de Doral es de origen venezolano y más de 7.000 electores registrados en la ciudad, son de origen venezolano. Así que ya tenemos una base electoral para reclamar de buena forma al gobierno estatal y federal que, por favor, ayude a muchos de los venezolanos que actualmente están en un limbo migratorio”, señala Pineyro.
Comenta que la inmigración venezolana es una de las mejor preparadas a nivel educativo, por lo que sus profesionales podrían bien convertirse en los favoritos de los empleadores, pero la realidad golpea cuando, muchos de ellos, no tienen la base legal para continuar.
“Muchos venezolanos están a la espera de una respuesta a su caso [de inmigración] desde hace casi cinco años (…) El enfoque es que volvamos a recuperar la democracia en nuestro país, pero tenemos que enfocarnos también en la gran cantidad de venezolanos, sobre todo profesionales, sobre todo los que se encuentran aquí en la ciudad del Doral, para que puedan ajustar y mejorar su condición de vida aquí en el Sur de la Florida”.
Una de las más grandes aspiraciones de este joven venezolano es llegar al Congreso de Estados Unidos y poder representar, sobre todo, a los inmigrantes provenientes de naciones en crisis. “Es mucho lo que podemos hacer en nuestros países de América Latina. Sería un honor estar en el Congreso algún día”.
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Forjando el camino para generaciones de relevo
Rafael Pineyro no duda en señalar que lo que más le llama la atención en su ciudad, es construir el camino para las generaciones de relevo, para los jóvenes que llegan y buscan oportunidades de crecimiento.
“Creo que es importante que se pueda dar continuidad de los programas de crecimiento en el área cultural y educativa, fuera de lo que es la escuela en sí, por lo que veo muy importante contar con un centro de arte… También es necesaria la asistencia al inmigrante. Tener un centro de asistencia para el nuevo inmigrante para que sepa cómo puede obtener su seguro medico o dónde sacar su licencia de conducir”, acota.
Una de las áreas de mayor interés, como cuenta este venezolano, es el crecimiento integral de cada habitante de la ciudad. “Quiero enfocarme en el crecimiento personal de todo aquel que escogió a Doral como su ciudad para vivir e invertir”.