Los venezolanos han tenido que hacer colas los últimos días para poder abastecerse de gasolina debido a la escasez. Especialistas abogan por una apertura de la industria al sector privado y un acuerdo político como parte de la solución para este problema, así lo expresaron en un foro realizado por el Observatorio Venezolano de Finanzas y la Comisión de Finanzas del Parlamento.
Uno de los participantes, Ramón Castro Pimentel, experto en comercialización de hidrocarburos y profesor, indicó que la situación por la que atraviesa el país se debe a varios motivos.
Entre otros, indica, está la pérdida del recurso humano capacitado que existía en 1998. También el abandono del mantenimiento correctivo y preventivo como se hacía anteriormente. Además de la expropiación de empresas transportistas y estaciones de servicios, y estas últimas, aseguró, son “insuficientes y obsoletas”.
“Hay una mínima producción del parque refinador de gasolina”, apuntó el especialista, agregando que el consumo actual venezolano es de aproximadamente unos 30 a 40 mil barriles diarios.
El gobierno inició esta semana un nuevo plan para asegurar el suministro de combustible, con el que se surte en días específicos por el último número de las placas de vehículos.
Castro Pimentel indicó que para la normalización del consumo es clave la solución política. “No podemos continuar con esta incertidumbre”, señaló.
Apuntó que, también hace falta la adecuación de las refinerías, con la complejidad que eso implica, y la importación masiva que permita normalizar el suministro.
Otro punto, que el experto aseguró también era fundamental para poder regularizar la situación, es la apertura de los productos derivados de los hidrocarburos en el marco legal.
“Es imprescindible la participación del sector privado. El Estado no cuenta con los recursos necesarios para abastecer el mercado interno”, apuntó Castro Pimentel.
Por su parte, Luis Oliveros, economista, experto en petróleo y profesor, apuntó que aunque la capacidad instalada del sistema refinador venezolano es de 1.300.000 de barriles diarios, “en algún momento, todas las refinerías del país estaban produciendo cero barriles”.
Esta situación, expuso, es la consecuencia de cuando se tiene “una industria petrolera que ha estado acumulando un gran deterioro”.
Indicó que el consumo de petróleo de Venezuela en el año 2019 solo es comparable al que tenía en 1979, lo que refleja una caída importante en la actividad económica.
Para el especialista, específicamente en los últimos años, las sanciones al sector petrolero venezolano también afectaron la capacidad de la estatal petrolera PDVSA de solventar la brecha entre demanda y oferta con importaciones.
A pesar de todo este panorama, el economista resaltó como algo positivo la reducción de las emisiones de dióxido de carbono a niveles de 1988.
Sobre las soluciones, Oliveros concordó con Castro Pimentel al señalar que sin el fin del conflicto político -“o a menos que haya consenso en algunos temas”- es "difícil" pensar que Venezuela vaya tener "una solución duradera”.
También apuntó como necesaria la recuperación de la institucionalidad de la industria petrolera y no descartó una privatización de la comercialización del combustible para poder solventar el problema de la oferta de combustible.