La mujer venezolana se ha visto afectada de forma particular por la emergencia humanitaria que vive el país y ha visto recrudecidas estas circunstancias por la pandemia del COVID-19. Así lo señalaron panelistas especializados en un foro virtual sobre el impacto diferenciado de la crisis económica, política y social que sufren las mujeres en Venezuela.
La internacionalista y activista de los derechos de la mujer Luisa Kislinger apuntó que las brechas de género estructurales que ya existían en el país “han sido profundizadas por la emergencia humanitaria compleja”.
La también directora de la ONG Mujeres al Límite indicó que si bien el gobierno del expresidente Hugo Chávez y el actual presidente en disputa Nicolás Maduro hicieron “algunos intentos” por colocar el tema en la opinión y políticas públicas, “no hubo una correspondencia entre lo que se dijo y lo que se hizo”.
“Las políticas públicas, particularmente en la gestión de Nicolás Maduro, han sido pocas e inadecuadas”, apuntó Kislinger.
Uno de los aspecto que se ha visto afectado, destacó la activista, es la existencia de un mayor desempleo y un proceso de la “feminización de la pobreza”. Recordó que según una de las últimas cifras oficiales del Instituto Nacional de Estadísticas disponibles, de 2013, por cada 100 hombres que vivían en situación de pobreza extrema, habían 112 mujeres.
“No nos podemos imaginar cuál pudiera ser la situación hoy en día con un salario mínimo mensual de 2,25 dólares”, señaló Kislinger.
La directora de la oenegé igualmente señaló que, entre las brechas de género que han aumentado por la emergencia, están los obstáculos al ejercicio de la autonomía reproductiva de las mujeres. Ya sea porque no hay métodos de planificación familiar, como años atrás, o porque la mujer no tiene cómo costearlos, indicó.
Por su parte, la psicóloga clínica Magdymar León, afirmó: “si venimos de una situación compleja, ahora con el covid, estamos teniendo unas repercusiones que hay que destacar”.
León, también coordinadora general de la oenegé Avesa, señaló que “las mujeres son las que están en la primera línea de atención al COVID”.
No solo constituyen la mayoría de quienes están en las operaciones de salud, como doctoras, enfermeras, o personal sanitarios, sino que son quienes cuidan a las personas que se enferman.
“Las enfermeras, que tienen un sueldo realmente miserable, porque eso no tiene otra palabra, están haciendo maravillas para poder brindar atención en las instituciones de salud y además poder cubrir las necesidades de cuidados en sus propios hogares”, señaló.
La coordinadora de Avesa también expuso que actualmente hay lo que catalogó como una “pandemia oculta”. “Detrás de la pandemia del covid, tenemos la pandemia de la violencia contra las mujeres”.
León expuso que la organización UTOPIX, para el cierre de octubre, ha contabilizado 217 femicidios en el país en lo que va de año.
Entre los obstáculos mencionados por la especialistas para prevenir y combatir esta situación están las constante fallas eléctricas y de comunicación para poder tener acceso y pedir ayuda o información, las fallas de gasolina para poderse trasladar y la ausencia de refugios para las víctimas que lo necesiten.
Labor de las ONG y la acción humanitaria
Las dos especialistas concordaron al señalar que las organizaciones que se dedican a este tema no han sido debidamente incluidas en la conversación dentro del país.
En el caso de León, señaló que debe haber una articulación entre las organizaciones internacionales que forman parte de la reciente estructura humanitaria y las organizaciones de mujeres que actúan en el ámbito local.
Para la especialista, las acciones humanitarias no se limitan al alivio de las necesidades inmediatas de la población. “Es preciso que de desarrollen actividades de capacitación con perspectiva de género y de derecho, así como actividades generadoras de ingreso”.
Para ello, es necesario un presupuesto y recursos para lograrlo, además de asistencia técnica, apuntó.
El moderador del evento fue Miguel Pizarro, diputado, comisionado ante la ONU y comisionado especial para la ayuda humanitaria del gobierno interino de Venezuela.
El parlamentario señaló que el panorama de la situación de la mujer venezolana “debe imprimirle sentido de urgencia al incremento de asistencia humanitaria y a la posibilidad de que en Venezuela haya una arquitectura que responda a la protección de las personas que están siendo más afectada por esta emergencia”.