Entre julio y septiembre en Venezuela, los niños disfrutan de las vacaciones de fin de año escolar, un tiempo que algunos padres aprovechan para planificar viajes o inscribir a sus hijos en planes vacacionales, con la finalidad de brindarles un poco de recreación por haber culminado con éxito otro periodo académico.
Sin embargo, en esta ocasión, con la irrupción de la COVID-19 y el decreto de cuarentena que se mantiene vigente en el país, los padres tienen pocas opciones para brindar unos meses de recreación y esparcimiento a sus niños, al menos a opciones como paseos a parques o viajes.
Por ahora la única opción que queda es permanecer en casa.
La Voz de América conversó con algunos padres que ya comienzan a planificar qué tipo de actividades podrían realizar con los niños para divertirse durante esta época en medio del confinamiento obligatorio.
“Solo vamos día a día”
Para Patricia Rodríguez mantener a sus dos hijas (una de 9 años y otra de 10) en casa durante estas vacaciones no representa un reto, ya que ambas son deportistas de alto rendimiento y tienen más entrenamientos que de costumbre.
Por esa razón, las vacaciones de la familia siempre han sido más cortas, solo unos 15 días, que aprovechaban para visitar a familiares en el exterior. Este año, además de ello, tenían planeado celebrar la Primera Comunión de ambas, pero la pandemia también lo impidió.
Ahora que las vacaciones transcurren en medio de la decretata cuarentena, los entrenamientos de las niñas se modificaron y son vía online. Del resto, Patricia decidió ir “día a día”, explica, y para este tiempo libre solo tienen programado visitar a sus abuelos y quedarse en casa viendo películas y series.
Agrega que había estudiado la posibilidad de inscribirlas en otros cursos, pero las niñas le pidieron no hacerlo, ya que prefieren disfrutar de estas semanas libres, aunque no puedan salir a la calle.
“Los niños hoy en día son muy inteligentes y gracias a Dios aprenden y entienden rápido. Su papá, que es médico, ha sabido cómo explicarles y hacerles entender lo importante que es mantenernos resguardados en estos momentos, que no solo es para cuidarnos a nosotros, también cuidar a los abuelitos”, explicó la madre a la VOA.
“Hemos planificado campamentos en casa”
Andreina Aguiar es madre de un niño de 4 años y una niña de 9. Desde que comenzó la temporada vacacional ha estado ideando actividades para darle a sus pequeños momentos de recreación, aunque en esta ocasión sean atípicos dado el confinamiento.
Aguiar cuenta que acostumbra a llevar a sus niños a planes vacacionales, además de planificar algún viaje, y en esta ocasión optó por planificar campamentos en casa con primos cercanos. “Son personas que sabemos que han cumplido con las medidas de distanciamiento y restricción”, agrega.
Ella también inscribió a los pequeños en cursos online más recreativos con los que puedan distraerse en estas fechas y olvidar un poco la situación que se vive por la pandemia.
“Ya le hemos explicado lo de la pandemia y cómo controlarla. Los riesgos. Que estamos esperando la vacuna. Que esto puede extenderse un buen tiempo y que poco a poco podremos hacer nuevas actividades. Tratando de que vean lo positivo y la vida a colores. Hay que entrenarlos y que sepan manejarse en esto”, expresa a la VOA.
Para la madre de los pequeños, estos meses de cuarentena, y en especial este tiempo de vacaciones, ha sido todo un reto pues no se pueden hacer las mismas actividades con los pequeños.
“Nos preocupa la salud emocional y física de nuestros hijos. Tratamos de acompañarlos y guiarlos. Hay que conversar mucho con ellos. Es un reto trabajar en casa y administrar el tiempo. Poco a poco lo vamos logrando”, explicó.
“Estamos buscando alguna actividad que las entretenga”
Al inicio de la orden de cuarentena nacional decretada por el gobierno en disputa de Nicolás Maduro, tanto Larissa Medina como sus dos hijas (una de 16 años y otra de 14) esperaban saber cómo se desarrollarían los meses venideros dada irrupción de la COVID-19. Ahora, tras la llegada de la temporada vacacional, las adolescentes dieron por perdido su tiempo libre, en el cual tenían planeado como cada año, en asistir a un campamento.
En las vacaciones de este 2020, también pensaban viajar a la ciudad de Miami, en Estados Unidos, una visita que inicialmente harían en Semana Santa, pero que por la misma situación de COVID-19 no pudieron concretar.
Dado que las actividades fuera de casa están prohibidas, Larissa cuenta a la VOA que ha estado estudiando qué tareas podrían hacer para ocupar su tiempo. Comenta que está la posibilidad de inscribirlas en un curso online de inglés.
Pese a la situación, Larissa Medina agradece tener salud y posibilidades de garantizar a sus hijas otro tipo de actividades, pues asegura que en Venezuela hay personas que la están pasando “realmente mal”.
“Debemos ser agradecidos y esperar a que todo pase. Es lamentablemente decirlo, pero aquí en Venezuela la pandemia está apenas entrando en fase exponencial y veo riesgosa cualquier actividad que queramos hacer”, sentencia.
¿Qué recomiendan los especialistas?
Jannia Orta, psicóloga infantil de la ONG Centro Comunitario de Aprendizaje (Cecodap), expresa a la VOA que esta temporada vacacional en cuarentena es “preocupante”, especialmente para los más pequeños, que están en un proceso evolutivo en el que recrearse y conocer son elementos importantes para el crecimiento.
Orta opina que este confinamiento afecta a niños y adolescentes de formas diferentes. Para los jóvenes socializar es una necesidad, por eso los amigos pasan a un plano más importante que el de familia. Ahora, en este contexto de pandemia, esa necesidad se ve impedida porque no pueden salir a la calle como acostumbran.
En el caso de los niños, la especialista cree que el confinamiento en esta época de vacaciones podría generar conductas groseras y cambios en la alimentación, pues los pequeños no comprenden con claridad los motivos por los que no pueden salir como lo hacían meses atrás.
“Todo impacta. No solo a los niños sino también a los papás. Los papás viven una realidad que es muy complicada, poder mantener la casa, llegar hasta fin de mes para proveer los alimentos y lo que necesita una familia para poder subsistir es muy difícil”, dijo.
“Entonces estamos hablando que son unos niños que quizás pueden estar en un desbalance emocional importante, y nos encontramos que hay adultos que también están experimentando eso”, agrega la psicóloga.
Ante esta situación, Jannia Orta detalla una serie de recomendaciones para preservar la salud mental de padres y niños durante estos meses. En ellos destaca: cuidar los hábitos de alimentación en familia, ejercitarse y tener un espacio personal, lejos del resto de la familia, por lo menos media hora al día.
“Es muy importante que la familia esté presente, ser conscientes de que yo como padre a lo mejor no estoy bien, a lo mejor necesito ayuda, entonces al buscarla para poder manejar la situación, eso va a impactar en mi hijo y lo va a enseñar a que maneje las cosas de una manera diferente”, explica.