Apenas un día después de los violentos enfrentamientos que dejaron por lo menos 525 personas muertas, después de que las fuerzas de seguridad lanzaran un operativo para dispersar los campamentos de los partidarios de la Hermandad Musulmana, el movimiento islámico ha pedido a sus partidarios volver a manifestar.
La Hermandad Musulmana anunció que la marcha fue convocada en protesta por las víctimas de la represión ocurrida este miércoles, cuando las fuerzas de seguridad irrumpieron en dos campamentos de protesta en El Cairo.
También se generaron enfrentamientos en otras zonas de Egipto, incluyendo Alejandría y Suez.
El Ministerio de Salud Pública informó este jueves que los enfrentamientos se saldaron la muerte de al menos 525 personas, en tanto los heridos suman más de 3.700. La Hermandad Musulmana por su parte dice que la cifra de muertos es de 4.500.
Las autoridades del gobierno interino impusieron un toque de queda nocturno como parte del estado de emergencia de un mes a fin de restaurar el orden, según dijeron.
Las autoridades habían advertido durante días que actuarían contra los partidarios de la Hermandad Musulmana que reclaman el regreso al poder del derrocado presidente Mohamed Morsi.
El ministro del Interior, Mohamed Ibrahim, defendió las acciones de las fuerzas de seguridad diciendo que usaron fuerza mínima contra los campamentos y que solo usaron gas lacrimógeno.
El funcionario culpó a la Hermandad Musulmana por crear un estado de caos en todo el país al disparar contra policías y atacar edificios gubernamentales.
La Hermandad Musulmana anunció que la marcha fue convocada en protesta por las víctimas de la represión ocurrida este miércoles, cuando las fuerzas de seguridad irrumpieron en dos campamentos de protesta en El Cairo.
También se generaron enfrentamientos en otras zonas de Egipto, incluyendo Alejandría y Suez.
El Ministerio de Salud Pública informó este jueves que los enfrentamientos se saldaron la muerte de al menos 525 personas, en tanto los heridos suman más de 3.700. La Hermandad Musulmana por su parte dice que la cifra de muertos es de 4.500.
Las autoridades del gobierno interino impusieron un toque de queda nocturno como parte del estado de emergencia de un mes a fin de restaurar el orden, según dijeron.
Las autoridades habían advertido durante días que actuarían contra los partidarios de la Hermandad Musulmana que reclaman el regreso al poder del derrocado presidente Mohamed Morsi.
El ministro del Interior, Mohamed Ibrahim, defendió las acciones de las fuerzas de seguridad diciendo que usaron fuerza mínima contra los campamentos y que solo usaron gas lacrimógeno.
El funcionario culpó a la Hermandad Musulmana por crear un estado de caos en todo el país al disparar contra policías y atacar edificios gubernamentales.