Hosteleros, restauradores y paisajistas de Estados Unidos están teniendo problemas para encontrar mano de obra temporal y en algunos casos rechazan negocios por el endurecimiento de los visados a trabajadores estacionales extranjeros.
El problema son las visas H-2B, emitidas para empleos temporales no agrícolas.
Estados Unidos emite 66.000 permisos de este tipo por año fiscal. Algunos trabajadores repiten año tras año, y el Congreso les ha permitido hacerlo sin entrar en el recuento oficial. Pero tras el cambio de mando en la Casa Blanca, la excepción no fue aprobada para 2017.
El propietario del restaurante Cape Cod, Mac Hay, ha organizado a los negocios temporales para presionar al Congreso. Apunta que muchos no pueden operar a tiempo completo sin esa mano de obra.
Hasta ahora para calificar para la clasificación No Inmigrante H-2B, el peticionario debe demostrar que no hay “suficientes trabajadores estadounidenses que estén capacitados, dispuestos, disponibles y cualificados para realizar el trabajo temporal”, según establece el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos, USCIS.
De igual manera se debe demostrar que “emplear trabajadores H-2B no afectará adversamente los sueldos y las condiciones de trabajo de los trabajadores estadounidenses empleados en tareas similares”.
Un proyecto de ley de gasto público presentado el lunes permitirá emitir más visados H-2B, pero procesarlos puede demorarse semanas.