La crítica situación política y de seguridad que enfrenta Yemen llevó a que, tras una reunión de emergencia este fin de semana, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas adoptara unánimemente una resolución que demanda al grupo rebelde chií huzi a permitir el restablecimiento legítimo del gobierno en ese país.
“El pueblo de Yemen merece un camino claro que les permita seguir el proceso de transición política y llegar a un gobierno legítimo basado en esos acuerdos y las resoluciones de este consejo, con un límite de tiempo anunciado públicamente y fechas específicas para que se establezca una nueva constitución, un referendo constitucional y elecciones nacionales”, dijo la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Samantha Power.
Esta resolución patrocinada por 10 países, incluido Estados Unidos, exige una investigación imparcial acerca de las presuntas violaciones y abusos a los derechos humanos, que se respete el derecho a reunirse pacíficamente, y deja claro que sancionarán a aquellos que mantengan relaciones con Al Qaeda y grupos afines.
"Hemos dejado claro que el uso de violencia y la intimidación para determinar el futuro de Yemen está socavando la seguridad de los ciudadanos de ese país, así como está erosionando el progreso político alcanzado desde 2011", dijo por su parte Mark Lyall Grant, embajador del Reino Unido ante la ONU.
La resolución también pide que los huzíes liberen al presidente, Abdrabbuh Mansour Hadi, y varios miembros del gabinete detenidos bajo arresto domiciliario, hechos denunciados por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon
"Me preocupan los reportes de uso excesivo de la fuerza contra manifestantes pacíficos, así como el uso de arrestos arbitrarios y detenciones contra activistas miembros de la sociedad civil y periodistas", alertó Ban.
Esta resolución no fue adoptaba bajo el capítulo siete del consejo, que permite intervención militar.
Sin embargo, esto podría cambiar de no cumplirse lo establecido en este documento.
