El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, dijo que Yemen se encuentra al borde del colapso, al momento que las conversaciones de paz están fallando.
Yemen está sumiéndose en el caos mientras los huthis, una milicia chiíta respaldada por Irán por el norte, consolidan su control después de apoderarse de la capital en septiembre y eliminar al gobierno central.
Los combatientes han avanzado en los territorios del sur, enfrentando tribus sunitas, otros grupos y la rama local de Al Qaeda.
El reciente empeoramiento de las condiciones de seguridad provocó que Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia cerrasen sus embajadas allí.
"Permítanme ser claro: Yemen se está derrumbando ante nuestros ojos", dijo Ban, quien recientemente regresó de Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, donde sostuvo reuniones sobre la crisis en Yemen. "No podemos esperar y ver [qué pasa]".
Ban agregó que es crítico ayudar al país a restablecer rápidamente un gobierno legítimo. Enfrentado a problemas políticos, de seguridad y humanitarios, advirtió, las condiciones se deterioran a menos que la comunidad internacional envíe una fuerte señal de que la transición política del país no debe ser socavada.
Durante los últimos tres años, el enviado especial de la ONU a Yemen, Jamal Benomar, ayudó al país a través de esa transición.
Sin embargo, el miércoles alertó sobre un riesgo inminente de guerra civil y acusó a todos los lados de contribuir a la inestabilidad política y económica.
"Hoy en día, Yemen está en una encrucijada", dijo Benomar por videoconferencia desde Saná. "O el país descenderá en una guerra civil y la desintegración, o el país encuentra una manera de encarrilarse nuevamente con la transición".
Benomar también advirtió que la inestabilidad crea las condiciones propicias para el resurgimiento de Al Qaeda en la Península Arábiga, y la posibilidad de una secesión en el sur.
Benomar dijo que el país podría caer en una crisis económica si no hay un acuerdo político pronto, ya que la posibilidad de que la moneda local colapse es real.
La ONU planea pedir por casi $ 750 millones para las necesidades humanitarias de este año, ya que más del 60 por ciento de la población requiere asistencia.
