Buena parte del territorio de Uruguay está en nivel rojo, según el índice de la Universidad de Harvard, por la cantidad de casos de COVID-19 que se registran.
Actualmene se contabilizan más de 1.000 casos nuevos por día y los fallecidos con COVID-19 superan los 700. Para el Presidente de la República, Luis Lacalle Pou, la situación es compleja pero no crítica.
El mandatario, que estuvo este martes varias horas reunido con sus ministros, anunció una serie de medidas, entre ellas para los centros de enseñanza.
“A partir de mañana, también, se deja en suspenso la obligatoriedad en todo el sistema educativo en todo el país”, dijo el presidente.
El Gobierno enviará al Parlamento un proyecto para prohibir las aglomeraciones y otro para apoyar a las pequeñas y medianas empresas que se vieron resentidas por la situación sanitaria del país.
Y mientras comienza la vacunación masiva contra el COVID-19, las autoridades apuestan a que haya menos circulación del virus.
“Hemos decidido suspender todos los deportes amateur y disponer el cierre de vestuarios en clubes y gimnasios”, dijo Lacalle Pou.
En Uruguay ya se vacunó a los grupos de mayor riesgo como el personal de la salud. Este martes llegaron a Uruguay más de un millón y medio de dosis del laboratorio Sinovac, y hoy miércoles llegarán otras 51.000 de Pfizer.
El Gobierno abrió además una negociación para adquirir 1.250.000 vacunas provenientes de China con lo que se inoculará a la población mayor de 18 años.