Los líderes japoneses pidieron que se abandone el uso de la energía nuclear, en una solemne ceremonia realizada este martes 9 de agosto de 2011, en conmemoración al sexagésimo sexto aniversario de la bomba atómica que devastó la ciudad de Nagasaki.
La bomba fue lanzada al final de la Segunda Guerra Mundial por las fuerzas de Estados Unidos, una acción que condujo a la posterior rendición incondicional de Japón.
Unas 6.000 personas, incluyendo diplomáticos de 44 naciones, se reunieron en la Plaza de la Paz, de la ciudad, para escuchar el repicar de campanas en el momento exacto en que cayó la bomba hace 66 años atrás.
El alcalde de Nagasaki, Tomihisa Taue, apeló en su discurso formal a que Japón desarrolle otras fuentes de energía renovables para reemplazar la energía nuclear.
El primer ministro japonés, Naoto Kan, expresó remordimiento por el fracaso de las políticas nucleares existentes, para proteger al público de accidentes como el de la planta nuclear de Fukushima dai-ichi, ocurrido tras el terremoto y posterior tsunami del 11 de marzo de 2011.