La violencia de género es una de las principales razones por las que mujeres y niñas del Triángulo Norte de Centroamérica se ven obligadas a migrar, afirmó el lunes la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), que instó a los gobiernos de esos tres países a tomar medidas.
El organismo calificó la violencia que viven las mujeres y personas de la comunidad LGBTIQ+ en El Salvador, Guatemala y Honduras como “alarmante” e instó a los gobiernos de esos países a tomar acciones que frenen el flagelo.
“Es inaceptable que la violencia de género siga expulsando a las mujeres, niñas y personas LGBTIQ+ de sus hogares (…). Las autoridades nacionales deben garantizar su acceso al asilo y a la protección, así como ampliar las medidas de prevención y respuesta”, señaló Gillian Triggs, Alta Comisionada Auxilicar para la Protección de ACNUR.
También lea Inteligencia de EE. UU.: el cambio climático, futuro motor de la migración en CentroaméricaDe acuerdo con Triggs, los abusos también continúan durante el desplazamiento de mujeres y niñas, y la situación se ha visto agravada por la pandemia del COVID-19, que “sigue siendo uno de los principales riesgos a los que se enfrentan durante su desplazamiento”.
Violencia de las pandillas
ACNUR también señaló en un comunicado de prensa que las pandillas “suelen atacar y forzar, a mujeres y niñas, a la esclavitud sexual” en el norte de Centroamérica.
“Los delincuentes también utilizan la agresión sexual – o la amenaza de ella – como arma para obligar a los miembros de la familia a realizar actividades ilícitas”.
Según la agencia, otro riesgo al que se ven expuestas es que “cuando se percibe que las mujeres y niñas tienen vínculos con una pandilla concreta, pueden ser objetivo de sus rivales”.
Además, muchas de ellas son víctimas de “abuso o violación" o, incluso, pueden "ser asesinadas como parte de los ritos de iniciación de las pandillas”.
También lea ACNUR: Cambio climático y violencia de pandillas, factores que obligan a los hondureños a migrarUn estudio reciente en Honduras demostró que la violencia contra las mujeres era un factor determinante en el desplazamiento, sobre todo para aquellas que tenían funciones de liderazgo y relaciones con miembros de las pandillas o de las fuerzas de seguridad.
“Las medidas de prevención son cruciales”, afirmó Triggs, quien agregó que se deben garantizar sus derechos e impulsar su autosuficiencia.
ACNUR apuntó que El Salvador, Honduras y Guatemala se encuentran entre los cinco países que registraron la tasa más alta de feminicidios en América Latina, con registros entre los más altos del mundo.
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