El chavismo venezolano tachó este año como actos “fascistas” y “asaltos” la irrupción de agentes de Ecuador en la embajada de México para detener al exvicepresidente Jorge Glas, refugiado en esa sede. Ahora, el gobierno de Nicolás Maduro está acusado de tener planes similares contra una sede diplomática extranjera en Caracas para arrestar a seis opositores.
La noche del 5 de abril pasado, cuerpos de seguridad del Estado ecuatoriano irrumpieron en la embajada de México y detuvieron a Glas, vicepresidente de Ecuador entre 2013 y 2017, condenado por casos de corrupción y asilado por Andrés López Obrador.
Aquel fue “un acto aberrante” y “de prepotencia” del gobierno del presidente de Ecuador, el derechista Daniel Noboa, además de violatorio del “orden internacional”, denunció el presidente venezolano Nicolás Maduro en una cumbre virtual de mandatarios de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), en abril pasado.
También lea Seis opositores asilados en embajada de Argentina en Caracas cumplen 10 días sin servicios básicosMaduro anunció entonces que cerraría la embajada y los consulados de Venezuela en Ecuador y advirtió que Noboa había dado “una amenaza directa” a todos los países con sedes diplomáticas en su nación.
Ahora, son frecuentes las denuncias de la oposición al gobierno de Maduro sobre la posibilidad de una acción policial similar en la embajada de Argentina en Caracas, donde se encuentran refugiados seis dirigentes del Partido Vente Venezuela.
El gobierno venezolano mantiene interrumpidos los servicios de electricidad y agua de la embajada argentina desde hace 11 días, denunció el comité de derechos humanos del partido donde militan los colaboradores de la dirigente María Corina Machado que se refugiaron en esa sede antes de las elecciones del 28 de julio.
También, han denunciado la presencia de decenas de agentes de las fuerzas de seguridad e inteligencia del Estado venezolano en los derredores, el allanamiento de viviendas aledañas y el uso de drones de vigilancia para monitorear el interior de la embajada.
Han calificado esas actuaciones como parte de un “asedio”. Edmundo González Urrutia, excandidato presidencial opositor y a quien un grupo de países -Ecuador entre ellos- reconoce como presidente electo de Venezuela, lo calificó como “tortura”.
“Tomas violentas” y “asaltos”
En Venezuela, no sólo fue el jefe de Estado quien condenó la irrupción en la embajada mexicana en Quito, en abril. El Partido Socialista Unido de Venezuela, que Maduro preside, condenó la “toma violenta” de aquella sede extranjera.
Diosdado Cabello, entonces diputado, primer vicepresidente del partido de gobierno y hoy ministro del Interior, también recordó y condenó el “asalto” de “los fascistas” de la oposición venezolana a la embajada de Cuba durante el intento de golpe en 2002.
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El 12 de abril de 2002, luego de que se depuso al presidente Hugo Chávez del poder por poco más de 1 día, activistas opositores cortaron la electricidad de la embajada cubana en Caracas, mientras mantenían una protesta en sus derredores, donde se calcula había unas 400 personas. Según los manifestantes, en esa sede podían estar refugiados varios funcionarios del chavismo.
Cabello tachó en abril de este año como “irresponsable” y “fascista” al presidente de Ecuador y elogió al mandatario mexicano Andrés López Obrador por su postura “estadista”, respondiendo “sin caer en desespero” a las acciones del gobierno de Noboa.
También, acusó al gobierno de Estados Unidos y a la oposición de “asaltar” la embajada de Venezuela en Washington durante el interinato del líder parlamentario antichavista Juan Guaidó, que la administración de Donald Trump reconoció como presidente.
En mayo de 2019, policías estadounidenses terminaron con una protesta de un mes de activistas a favor de Maduro en el interior de la embajada en Washington y dejaron vía libre para que los representantes de Guaidó ingresaran al edificio. El gobierno de Joe Biden reconoció al embajador opositor, Carlos Vecchio, que ocupó y trabajó en esa sede por los siguientes tres años.
La “hipocresía” del chavismo
Las posturas del oficialismo venezolano sobre situaciones anteriores contra embajadas propias y de gobiernos amigos y sus actuaciones corrientes en la sede argentina revelan “un doble rasero” de la dirigencia socialista en cuanto al derecho internacional vigente, dijo observar el experto en relaciones internacionales Juan Francisco Contreras.
“Es parte de ese doble discurso que utilizan gobiernos socialistas cuando critican este tipo de violaciones: si los hace la izquierda, es para defender sus derechos; si los hacen gobiernos que no son de izquierdas, está mal hecho, es realmente una violación”, apuntó.
En entrevista con la Voz de América, advirtió que la ideología política “hace un gran daño” a las normas y convenciones internacionales que atañen a estos casos, como la Convención de Viena y la Convención de Asilos, firmada en Caracas en 1954.
También lea ¿Fantasía o plan real? El opositor Edmundo González desea volver a Venezuela para ser presidenteLas posturas disimiles en casos semejantes “van deteriorando el derecho internacional”, lamentó Contreras.
La situación en los derredores de la embajada argentina en Caracas no sólo expone “una muestra de hipocresía” y “muchísima falta de coherencia” del gobierno venezolano, sino que evidencia el mal precedente de la irrupción armada en la sede mexicana en Quito, valoró, por su parte, el analista de asuntos internacionales Luis Peche Arteaga.
“Es un doble desafío: como no hubo consecuencias prácticas para Ecuador por esa operación, se sienta un malísimo precedente para otros países de la región” para llamar a Venezuela a respetar el derecho internacional en su actuación cerca de la embajada argentina, subrayó el experto en conversación con la VOA.
“Todo este asedio a la embajada demuestra muchísima falta de coherencia por parte del gobierno venezolano, también habla de lo difícil que es para la comunidad internacional afrontar este hecho luego de lo sucedido en la embajada de México”, señaló.
También lea Venezuela: opositores al gobierno denuncian nuevo asedio en embajada argentina en CaracasA juicio de Peche Arteaga, el gobierno venezolano exhibe “hipocresía”, pero también es una muestra del difícil desafío que se puso la comunidad al no afrontar la situación sucedida en Quito de la misma forma.
Brasil asumió la custodia y representación de la embajada de Argentina en Venezuela tras la ruptura de relaciones diplomáticas entre estos países por las elecciones presidenciales de julio.
Los vínculos entre Venezuela y Brasil no atraviesan su mejor momento por las declaraciones públicas del presidente Luiz Inácio Lula da Silva sobre los controvertidos resultados electorales y su reciente veto al ingreso de Venezuela a los BRICS.
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