Según la agencia de refugiados de la Organización de Naciones Unidas (ONU), los niños en un campamento etíope para refugiados somalíes están falleciendo a un paso “alarmante”.
La agencia informó que un promedio de diez niños menores de cinco años se mueren cada día en el campo de refugiados Kobe, al este de Etiopía y que la falta de nutrición es la causa mayor de las muertes.
Además de no tener alimentos suficientes, un brote de sarampión ha empeorado la situación.
El campamento en el área de Dollo Ado abrió el pasado junio (2011) para ayudar a los miles de somalíes que escapaban de sequias, hambrunas y conflictos en su país.
La ONU ha declarado una hambruna en cinco regiones del sur de Somalia y predice que la misma se dispersará a través de todo el sur del país el próximo septiembre de este mismo año.
Según la secretaria de Desarrollo Internacional en Inglaterra, hasta 400 mil niños somalíes podrían morir de hambre si no se toman medidas inmediatas. El país europeo le otorgará a Somalia $41 millones de dólares en ayuda.
Además de Inglaterra, varios países musulmanes han ofrecido $350 millones de dólares para ayudar a Somalia durante esta crisis.
La ONU dijo que más de 12 millones de personas en el Cuerno de África se encuentran urgentemente necesitadas de alimentos. La región está siendo afectada por su peor sequía en seis décadas.
En Somalia, donde la situación es peor que en cualquier otra área, la ONU estima que 3,2 millones de personas sufren de hambre.