El jefe de la agencia de Naciones Unidas que ayuda a los refugiados palestinos defendió este lunes el trabajo de la organización en Gaza y abordó las preocupaciones sobre la escasez de financiación y las dificultades para entregar ayuda en el territorio.
"La ruptura del orden civil ha resultado en saqueos y contrabando desenfrenados que impiden la entrega de la ayuda humanitaria que se necesita desesperadamente", dijo el Comisionado General de la UNRWA, Philippe Lazzarini, en una reunión de la comisión asesora de la agencia en Ginebra.
“Para más de dos millones de habitantes de Gaza, es un infierno. Una pesadilla de la que no pueden despertar”, afirmó.
Agencias de la ONU han expresado su preocupación por la escasez, agravada por las restricciones de acceso terrestre y el cierre del cruce fronterizo de Rafah con Egipto.
Lazzarini destacó los desafíos que ha enfrentado la UNRWA.
"Las fuerzas de seguridad israelíes se han desplegado dentro de algunas instalaciones de la UNRWA durante operaciones militares en los campos de refugiados palestinos", dijo. "Las medidas arbitrarias impuestas por Israel restringen severamente la presencia y el movimiento del personal", añadió.
Militantes de Hamás lanzaron un ataque contra el sur de Israel el 7 de octubre, en que mataron a unas 1.200 personas y tomaron unos 250 rehenes. La prolongada operación militar con la que Israel respondió ha dejado más de 37.500 palestinos muertos, según el Ministerio de Salud en Gaza gobernada por Hamás, que no distingue entre civiles y militantes.
Lazzarini dijo que 193 empleados de la UNRWA han perecido en el terreno desde el 7 de octubre. También alegó que Israel está utilizando iniciativas legislativas para desmantelar el trabajo de la UNRWA amenazando con desalojar al personal del complejo de la agencia en Jerusalén y etiquetar al grupo como organización terrorista.
La misión diplomática israelí en Ginebra desestimó este lunes la declaración de Lazzarini.
Lazzarini también abordó las acusaciones israelíes de que algunos miembros del personal de la UNWRA estuvieron involucrados en el ataque del 7 de octubre, afirmando que “despidió” a los acusados luego de una investigación respaldada por la ONU. Desde entonces, una persona ha sido reintegrada, cuatro casos han sido suspendidos en espera de pruebas adicionales y otros 14 están en curso.
Las acusaciones llevaron a varias naciones, incluido Estados Unidos, a congelar aproximadamente 450 millones de dólares en fondos de la UNWRA. Algunos países han reanudado la financiación. Lazzarini también planteó la posibilidad de que la agencia no esté operativa pasado agosto a menos que se aborden las preocupaciones sobre la financiación.
Estados Unidos, el principal contribuyente de la UNWRA, aún no ha reanudado la financiación.
[La corresponsal de la VOA en la ONU, Margaret Besheer, contribuyó a este informe. Alguna información provino de la Agence France-Presse]
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