El gobierno estadounidense concluyó el martes una norma histórica que obligará a las empresas de suministro de agua a sustituir prácticamente todas las tuberías de plomo del país en un plazo de 10 años, abordando así una grave amenaza especialmente peligrosa para los lactantes y los niños.
La Casa Blanca ha hecho de la eliminación de todas las tuberías de plomo en un plazo de 10 años una pieza central de su plan para abordar las disparidades raciales y los problemas medioambientales tras las crisis de contaminación del agua ocurridas en los últimos años, desde Newark (Nueva Jersey) a Flint (Michigan).
"Sabemos desde hace décadas que la exposición al plomo tiene graves consecuencias a largo plazo para la salud de los niños. Y, sin embargo, millones de líneas de servicio de plomo siguen suministrando agua potable a los hogares", dijo el administrador de la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés), Michael S. Regan. "El presidente (Joe) Biden está poniendo fin a este problema generacional de salud pública".
También lea Científicos descartan que exista la posibilidad de controlar la trayectoria o magnitud de huracanesEstá previsto que Biden visite Wisconsin para promocionar la nueva política, considerada muy popular en los estados industriales del Medio Oeste, que se espera que desempeñen un papel importante en la decisión de las elecciones presidenciales del mes que viene.
La vicepresidenta Kamala Harris, candidata demócrata para los comicios de noviembre, también ha pedido que se sustituyan las tuberías de plomo, una cuestión especialmente importante para las comunidades desfavorecidas.
La norma, propuesta inicialmente por la EPA en 2023, impone los límites más estrictos de plomo en el agua potable desde que se establecieron por primera vez las normas federales hace décadas y exige a las empresas de servicios públicos que revisen sus sistemas y los sustituyan en los próximos 10 años.
La Ley de Infraestructuras de 2021, con apoyo bipartidista, destinó 50.000 millones de dólares a modernizar las infraestructuras de agua potable y aguas residuales del país, incluidos 15.000 millones de dólares en cinco años para sustituir las tuberías de plomo.
La intoxicación por plomo puede causar daños irreversibles en el sistema nervioso y el cerebro, y supone un riesgo específico para los bebés y los niños. Se cree que las tuberías que llevan el agua a los hogares son una de las principales fuentes de exposición al plomo.
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