El gobierno saliente del presidente Donald Trump anunció el lunes el reingreso del gobierno de Cuba en la lista de patrocinadores del terrorismo, solo nueve días antes de que Trump deje el cargo.
La medida impone nuevas sanciones a Cuba poco antes de que el presidente electo Joe Biden asuma el cargo y podría complicar cualquier esfuerzo de la próxima administración de Biden para revivir la distensión de la era de Obama con La Habana.
"El Departamento de Estado ha designado a Cuba como Estado Patrocinador del Terrorismo por brindar apoyo repetidamente a actos de terrorismo internacional al otorgar refugio seguro a terroristas", señala el documento oficial firmado por el secretario de Estado, Mike Pompeo.
La designación vuelve a imponer restricciones importantes a Cuba, incluida la prohibición de la mayoría de los viajes entre Cuba y Estados Unidos, así como la transferencia de dinero entre los dos países.
La declaración explica que la administración Trump se ha enfocado "en negar al régimen de Castro los recursos que utiliza para oprimir a su pueblo en casa y contrarrestar su maligna interferencia en Venezuela y el resto del hemisferio occidental".
EE. UU., alertó que la decisión es un mensaje por medio del cual "el régimen de Castro debe poner fin a su apoyo al terrorismo internacional y la subversión de la justicia estadounidense".
Cuba tiene una alianza de larga data con Maduro, y los dos países cooperan en comercio y viajes. Cuba ha negado las acusaciones de estar involucrada en operaciones de seguridad en Venezuela.
También lea EE.UU. sanciona a funcionarios nicaragüenses y empresas controladas por militares cubanosCuba fue incluida en la lista de patrocinadores del terrorismo en 1982, acusada de ayudar al Ejército de Liberación Nacional (ELN) de Colombia.
El lunes, el departamento de Estado recordó que La Habana albergó las conversaciones de paz entre ese grupo y el gobierno latinoamericano en 2017 en la capital cubana, pero cuando Colombia solicitó la extradición de 10 integrantes del ELN que se atribuyeron el atentado mortal contra la escuela de Policía de Bogotá en enero de 2019, La Habana se negó a entregarlos.
Además Washington acusa a La Habana de albergar a "a varios fugitivos estadounidenses de la justicia buscados o condenados por cargos de violencia política", entre los que cita a la autora del crimen contra un policía en Nueva Jersey en 1973, otro que segó la vida de 8 personas en las Islas Vírgenes Estadounidenses en 1972 y un tercero, autor de la muerte de otro agente en Nuevo México en 1971, entre otros.
Trump ha tomado medidas drásticas contra Cuba desde que llegó al poder en 2017, trabajando para revertir los esfuerzos de acercamiento del expresidente Barack Obama. Obama eliminó formalmente a Cuba de la lista de terrorismo en 2015, un paso hacia el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con La Habana ese mismo año.
Desde que Trump llegó al poder, ha aumentado constantemente las restricciones sobre vuelos, transacciones comerciales y financieras entre Washington y La Habana.
Cuba había sido retirada de la lista en 2015, cuando Obama lanzó la reapertura de relaciones con el entonces gobierno de Raúl Castro.
Nueva era con Biden
Biden anunció recientemente que su intención es darle continuidad al proceso de acercamiento con La Habana, y en el que estuvo involucrado de manera directa cuando fungía como vicepresidente de Estados Unidos hasta el 20 de enero de 2017.
La decisión de última hora de la administración Trump obstaculiza un tanto la operatividad del presidente electo Joe Biden para volver a oxigenar el acercamiento con La Habana, dejado en suspenso tras el término del segundo mandato de Barack Obama, debido a las dificultades para que terceros países comercien con la isla.
Ante la noticia, el canciller cubano Bruno Rodríguez condenó en un tuit la inclusión de Cuba en la lista. "Condenamos la hipócrita y cínica calificación de #Cuba como Estado patrocinador del terrorismo, anunciada por EEUU", escribió.
El ministro cubano de Relaciones Exteriores calificó la medida de "oportunismo político" y dijo que ello está refrendado "por todo el que tenga una preocupación honesta ante el flagelo del terrorismo y sus víctimas".
El congresista demócrata Gregory Meeks, el nuevo presidente del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara, dijo en un comunicado que estaba indignado por la designación de Trump.
"Durante cuatro años, la política de la administración Trump hacia Cuba se ha centrado en dañar al pueblo cubano", dijo, y agregó que Trump "siempre ha visto a Cuba como un fútbol político sin ninguna consideración por el sufrido pueblo cubano".
Instó a Biden a revertir la designación cuando asuma el cargo.