El informe anual del grupo de derechos humanos Amnistía Internacional que documenta violaciones de los derechos humanos en casi 160 países afirma que 2017 vio la política del odio y del miedo implementada por algunos de los líderes más poderosos del mundo.
El nuevo informe divulgado el jueves afirma que acciones de líderes en Egipto, Filipinas, China, Rusia, Venezuela y Estados Unidos han estado socavando los derechos de millones de personas.
El informe critica al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por sus políticas de inmigración, por socavar las libertades de prensa y por su mal record en el área de los derechos de las mujeres.
“Uno de los más ofensivos ejemplos es su adopción de la regla global de mordaza… Entonces organizaciones que durante largo tiempo han ofrecido asesoramiento, consejo e información sobre el aborto y otros servicios de salud reproductiva tienen que hacer una elección ente ofrecer asesoramiento a sus pacientes u obtener fondos del gobierno de Estados Unidos”, declará Margaret Huang, directora ejecutiva de Amnistía Internacional.
La Voz de América consultó a la Casa Blanca y el Departamento de Estado en busca de comentarios, pero no obtuvo respuesta.
El informe de Amnistía Internacional afirma que en 2017 la libertad de expresión sufrió un retroceso y señaló a China, Egipto y Turquía como los mayores ofensores.
En el caso específico de América Latina, la Voz de América entrevisto a Erika Guevara Rosas, directora para las Américas en Amnistía Internacional y destaca que el balance del informe continúa siendo alarmante, entre otras cosas, por los altos índices de violencia ejercia por fuerzas de seguridad contra manifestantes.
Guevara cita como ejemplos específicos el caso de Venezuela y las protestas contra el gobierno y Honduras donde las manifestaciones por el resultado electoral fueron reprimidas con mucha violencia.
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Crisis de derechos humanos en Venezuela
Con respecto a Venezuela el informe de Amnistía dice que ese país enfrenta la peor crisis de derechos humanos en la historia reciente, agravada por una escalada de violencia perpetrada por el gobierno. Agrega que el país sudamericano tuvo crecientes protestas debido a la cada vez mayor inflación y la escasez de alimentos y suministros médicos.
Según el informe, las fuerzas de seguridad venezolanas usaron fuerza abusiva y excesiva contra los manifestantes, incluyendo el uso de gas lacrimógeno y balas de goma, lo que causó más de 120 muertos. Agrega que miles de personas fueron detenidas arbitrariamente y hubo muchos reportes de tortura.
Amnistía Internacional dice en su informe que el sistema juficial fue usado para silenciar a los disidentes, incluyendo el uso de cortes militares para enjuiciar a civiles y atacar y acosar a defensores de los derechos humanos.
Violencia e impunidad en México
La crisis de derecho humanos en México continuó, exacerbada por un aumento en la violencia y los homicidios, incluyendo un número sin precedentes de asesinatos de periodistas, destaca Amnistía Internacional en su informe.
Arrestos y detenciones arbitrarios continuaron siendo generalizados precisa el informe. Agrega que más de 34.000 personas continuaron sujetas a desapariciones forzadas y abundaron las ejecuciones extrajudiciales. Asimismo la tortura continuó siendo generalizada en México según el informe de Amnistía.
El informe destaca que la aprobación de una ley por parte del Senado mexicano sobre desapariciones forzadas fue un potencial paso hacia adelante, aunque su eventual implementación requerirá compromiso político para lograr justicia.
Aumento de homicidios ilegales en Brasil
Las autoridades en Brasil ignoraron una profunda crisis de derechos humanos que se está gestando afirma Amnistía Internacional en su informe 2017-2018. Indica que en la ciudad de Río de Janeiro, un aumento en la violencia generó un crecimiento en el número de asesinatos ilegales por parte de la policía, con crecientes tasas de homicidios y otras violaciones de derechos humanos en todo el país.
Amnistía dice que se hizo poco en Brasil para reducir el número de homicidios, para controlar el uso de la fuerza por parte de la policía o para garantizar los derechos de los indígenas.
Otras de las críticas de Amnistía Internacional a Brasil fueron sobre las superpobladas cárceles del país sudamericano. Indica que la superpoblación carcelaria y el peligroso estado de las prisiones llevaron a la muerte de más de 120 reos durante disturbios en enero.
Las protestas fueron confrontadas con innecesario y excesivo uso de la fuerza por las autoridades de países como Colombia, Paraguay y Puerto Rico según Amnistía Internacional.
La actual impunidad y corrupción en Guatemala erosionó la confianza pública en las autoridades y dificultó el acceso a la justicia.
Los esfuerzos para atender violaciones de derechos humanos no resueltas a menudo continuaron siendo lentos, dificultados por la falta de voluntad política.
El informe de Amnistía Internacional indica que en Uruguay, los defensores de los derechos humanos que investigan violaciones de derechos humanos durante la dictadura militar que tuvo lugar entre 1973 y 1985 reportaron haber recibido amenazas de muerte, la fuente de las cuales no fueron investigadas.
El informe de Amnistía destaca que hubo algún progreso en Argentina. En ese país sudamericano, 29 personas fueron sentenciadas a cadena perpetua por crímenes contra la humanidad cometidos durante la dictadura militar entre 1976 y 1983.
Negación de protección en Estados Unidos
El informe de Amnistía Internacional indica que en medio de la crisis de refugiados a nivel mundial en la cual más de 21 millones de personas han sido forzadas a huir de sus países debido a la guerra y la persecución, Estados Unidos tomó medida extremas para negar protección a la gente que la necesitaba.
El informe indica que en las primeras semanas del gobierno del presidente Donald Trump su administración emitió órdenes ejecutivas para suspender el programa de reasentamiento de refugiados por 120 días e impuso una prohibición indefinida a reasentamiento de refugiados de Siria y redujo la admonición anual de refugiados a 50.000.
Colaboración con la entrevista de Gioconda Tapia Reynolds