La influenza aviar ha infectado a cerca de 200 personas en todo el mundo y dado muerte aproximadamente a la mitad de ellas.
Cada caso documentado ha sido el resultado de un estrecho contacto con aves infectadas. Pero el virus no salta fácilmente de las aves a los seres humanos y no hay casos conocidos de contagio entre personas.
La respuesta a este misterio biológico fue revelada ahora por científicos holandeses y japoneses, quienes trabajaron en forma independiente y reportaron sus descubrimientos respectivamente a las publicaciones “Science” y “Nature”.
Los investigadores dicen que la cepa H5N1 del virus se adhiere y entra en células demasiado profundas en los pulmones de los seres humanos como para que se diseminen fácilmente por la tos o el estornudo.
El principal del equipo de investigación holandés, Thijs Kuiken del Centro Médico Erasmo, en Rótterdam, dice que esto contrasta con las cepas de la gripe humana que se adhiere a células en la nariz y la garganta y son fácilmente transmisibles de persona a persona.
El equipo de Kuiken y uno liderado por el experto en virus de la Universidad de Wisconsin, Yoshihiro Kawaoka con colegas en Tokio hizo su descubrimiento al estudiar tejido extraído de varias partes del tracto respiratorio humano.
Además de explicar por qué las personas no contagian la cepa H5N1 de la gripe aviar, su descubrimiento explica por qué la transmisión es relativamente rara de la aves a los seres humanos.
El virus H5N1 entra en las aves en una parte diferente del tracto respiratorio. Una proteína en la superficie del virus reconoce puntos de adherencia en el sistema respiratorio superior de las aves, o tráquea, lugares que no reconoce en las vías respiratorias humanas.
Kuiken por su parte señaló que para que el virus H5N1 infecte a personas en la parte alta de las vías respiratorias y sea fácilmente transmisible, tiene que mutar.
Los nuevos estudios no indican qué posibilidades hay de que se dé tal mutación.