Un arzobispo conservador italiano, quien criticó públicamente al papa Francisco por un caso de mala conducta sexual, negó el viernes que esté tratando de alentar el derrocamiento del pontífice.
Carlo María Vigano, quien ahora se encuentra oculto, pidió en agosto la renuncia del Pontífice, a quien acusó de encubrir la conducta sexual indebida de un alto jerarca de la Iglesia Católica en Estados Unidos. También ha acusado al Papa de hacer la vista gorda sobre lo que calificó como una red de homosexuales en la Iglesia.
En un comunicado emitido el viernes a través de un periodista conservador, Vigano ya no pidió que el Papa dimita.
"No me sorprende (...) que me hayan acusado de deslealtad hacia el Santo Padre y de fomentar una rebelión abierta y escandalosa", sostuvo. "Pero la rebelión implicaría instar a otros a derrocar el papado. Estoy exhortando a que no suceda tal cosa. Rezo todos los días por el Papa Francisco más de lo que lo hice por el otro Papa", escribió en italiano.
Vigano afirmó una vez más que la Iglesia está plagada de sacerdotes y obispos homosexuales. "Hay pruebas abrumadoras de que el flagelo de la homosexualidad es endémico, se propaga por contagio, con raíces profundas que son difíciles de eliminar", dijo el exembajador del Vaticano en Washington.
También insistió en su afirmación de que el papa Francisco sabía sobre la conducta sexual inapropiada del exarzobispo de Washington Theodore McCarrick, de 88 años, pero no hizo nada al respecto.
Vigano dice que el Pontífice levantó las sanciones impuestas por el papa Benedicto XVI a McCarrick. El Vaticano lo niega, diciendo que no había penas que conmutar.
En julio, McCarrick se convirtió en el primer cardenal en renunciar en casi 100 años después de que funcionarios de la Iglesia Católica de EE.UU. dijeron que las acusaciones de que había abusado sexualmente de un niño de 16 años hace casi medio siglo eran verosímiles.