En el centro de la ciudad miles de seguidores del jefe de inteligencia sacrificado, acusaron a dirigentes sirios del asesinato del alto oficial.
Durante el funeral del general Wisam al Hasan en la Plaza de los Mártires, en el centro de Beirut, se escucharon voces pidiendo la dimisión del primer ministro libanés, Najib Mikati.
Fueron miles de personas que asistieron este domingo a la ceremonia del jefe de la inteligencia libanes quien murió en un atentado con coche bomba. Muchos ondeaban la bandera azul celeste del opositor y suní Partido Futuro. Otros llevaban la bandera nacional siria, pero también se vieron banderas de los rebeldes y las negras de los islamistas.
"Vete, vete Najib", una frase que se repetía en pancartas a lo largo de la marcha fúnebre.
Hasan ayudó a descubrir un complot que llevó al arresto y acusación en agosto de un ex ministro libanés pro-Damasco. También dirigió una investigación que implicó a Siria y a su aliado libanés Hezbolá en el asesinato del ex primer ministro Rafik al Hariri en 2005.
Fueron miles de personas que asistieron este domingo a la ceremonia del jefe de la inteligencia libanes quien murió en un atentado con coche bomba. Muchos ondeaban la bandera azul celeste del opositor y suní Partido Futuro. Otros llevaban la bandera nacional siria, pero también se vieron banderas de los rebeldes y las negras de los islamistas.
"Vete, vete Najib", una frase que se repetía en pancartas a lo largo de la marcha fúnebre.
Hasan ayudó a descubrir un complot que llevó al arresto y acusación en agosto de un ex ministro libanés pro-Damasco. También dirigió una investigación que implicó a Siria y a su aliado libanés Hezbolá en el asesinato del ex primer ministro Rafik al Hariri en 2005.