Alianza árabe admite uso de bombas racimo en Yemen

El pasado 12 de diciembre, Unicef volvió a pedir el fin de las hostilidades tras advertir de que cerca de 2,2 millones niños sufren desnutrición grave y necesitan atención urgente.

En marzo de 2015, la coalición árabe comenzó una intervención en Yemen en apoyo del presidente Abdo Rabu Mansur Hadi contra los rebeldes hutíes, lo que se tradujo en un recrudecimiento del conflicto.

La coalición árabe, liderada por Arabia Saudita, dijo en un comunicado que sus fuerzas usaron bombas de racimo en la región de Al Jadra, al noroeste de Yemen, "de forma limitada".

La nota, en reacción a un comunicado de Amnistía Internacional (AI) que acusó a la alianza de usar este tipo de armamento, detalló que una investigación realizada por la coalición confirmó el uso de bombas de racimo fabricadas en el Reino Unido, del modelo BL-755, contra "objetivos militares" de los rebeldes en el Yemen.

La alianza agregó que el uso de esas armas es "para proteger la frontera de Arabia Saudita" y que "no fueron utilizadas contra zonas habitadas por civiles".

Asimismo, la coalición destacó que Arabia Saudita y los países de la coalición no son miembros en la Convención sobre Municiones de Racimo del año 2008 y que "el uso de este tipo de munición no se opone a la ley internacional", según la nota.

La alianza concluyó que Arabia Saudita ha decidido dejar de usar esas municiones e informó al Reino Unido de su decisión.

El pasado 29 de junio, Amnistía Internacional y Human Rights Watch (HRW) denunciaron bombardeos deliberados de hospitales y el uso de bombas de racimo por la alianza árabe en el Yemen.

Las dos ONG también apuntaron la responsabilidad de EE.UU. y del Reino Unido por suministrar armas y apoyo a Arabia Saudita en la guerra.

Desde el comienzo de los bombardeos encabezados por Arabia Saudí, en marzo de 2015, han muerto cerca de 7.000 personas y tres millones se han visto obligadas a dejar sus hogares, según datos de la ONU.

En marzo de 2015, la coalición árabe comenzó una intervención en el Yemen en apoyo del presidente Abdo Rabu Mansur Hadi contra los rebeldes hutíes, lo que se tradujo en un recrudecimiento del conflicto.

La paz sigue sin vislumbrarse a pesar de los esfuerzos internacionales y de los continuos llamamientos para detener los combates.

El pasado 12 de diciembre, Unicef volvió a pedir el fin de las hostilidades tras advertir de que cerca de 2,2 millones niños sufren desnutrición grave y necesitan atención urgente.

Por su parte el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, aseguró que en una eventual iniciativa tomada para acabar con la guerra en Yemen, se debe proteger la seguridad de Arabia Saudí.