El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, aconsejó este jueves a Israel que no deje que "la ira le consuma" en su respuesta contra el grupo islamista Hamás en la Franja de Gaza, que vive una gran crisis humanitaria con más de 11.500 muertos.
Borrell, quien se encuentra en Israel, realizó un recorrido por el kibutz Be’eri, uno de los más afectados en el ataque que Hamás cometió en suelo israelí el pasado 7 de octubre, junto con el ministro de Exteriores israelí, Eli Cohen.
Allí fue testigo de la devastación que todavía reina en el lugar, 41 días después del ataque, y conversó con una superviviente y con soldados que custodian el lugar, a menos de cinco kilómetros de la valla de separación con la Franja, donde hoy continuaron los combates en el interior del hospital de Shifa, en la ciudad de Gaza, donde Israel alega que Hamás tiene su centro de mando.
También lea Quedarse o huir de sus hogares ancestrales: el dilema de los palestinos ante violencia de colonos israelíesTras el recorrido, visitó junto con su homólogo israelí la sede del gobierno regional de Eshkol, en el sur de Israel, donde ambos ofrecieron una breve declaración a los pocos medios que les acompañaron.
"Siento vuestro miedo y vuestro dolor y el de la gente que ha sido atacada, asesinada. Entiendo su ira, pero déjeme pedirle que no deje que la ira le consuma", aseveró Borrell.
"Lo que marca la diferencia entre una sociedad civilizada y un grupo terrorista es el respeto por la vida humana y todas las vidas humanas tienen el mismo valor", añadió.
Se trata de la primera visita a Israel del jefe de la diplomacia europea desde que se desató la escalada el 7 de octubre, aunque la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, ya lo hicieron en la segunda semana de la guerra.
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El 7 de octubre, Israel declaró la guerra a Hamás tras un ataque del movimiento islamista que incluyó el lanzamiento de cohetes y la incursión de unos 3.000 milicianos que masacraron a más de 1.200 personas y secuestraron a más de 240.
Desde entonces, Israel lanzó una ofensiva militar por aire, tierra y mar contra la Franja de Gaza que ha dejado más de 11.500 muertos, casi 30.000 heridos, 3.400 desaparecidos y unos 1,7 millones de desplazados que viven en medio del colapso de los hospitales y una crisis humanitaria por la falta de agua potable, alimentos, medicinas, electricidad y combustible.
Hamás tiene que ser derrotado, pero Hamás no representa al pueblo palestino."Josep Borrell, jefe de la diplomacia europea.
"Nada justifica lo que los terroristas de Hamás hicieron aquí y en otros lugares, nada justifica el secuestro de mujeres, niños y ancianos de sus casas y que hayan sido llevados como rehenes a Gaza", subrayó Borrell.
"Una vez más, en el nombre de la UE, pido su liberación inmediata y sin condiciones", agregó. Pero el jefe de la diplomacia europea destacó que "un horror no justifica otro horror", en referencia a la catastrófica situación humanitaria en Gaza. "Civiles inocentes, incluidos miles de niños, han muerto o forzados a dejar sus casas", resaltó.
"Hamás tiene que ser derrotado, pero Hamás no representa al pueblo palestino. Sabemos que la guerra es horrible y lo que hemos visto aquí es horrible", indicó Borrell, al tiempo que abogó por la entrada de más ayuda humanitaria a la Franja de Gaza, hasta ahora insuficiente.
El jefe de la diplomacia europea comenzó este jueves en Israel una gira regional que lo llevará mañana a Cisjordania, donde se reunirá con el liderazgo de la Autoridad Palestina; para luego viajar a Baréin, Arabia Saudí, Catar y Jordania, para abordar el acceso humanitario a la Franja de Gaza y una solución al conflicto a través del diálogo.
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“Necesitamos un horizonte político que mire hacia la solución de los dos Estados. Esto sólo puede lograrse mediante el diálogo”, indicó Borrell a través de su perfil en la red social X (antes Twitter) antes de emprender el viaje.
En marzo pasado, Israel se negó a recibir a Borrell en visita oficial por sus posturas y declaraciones sobre la escalada de violencia entre israelíes y palestinos, que vive su mayor pico de tensión desde la Segunda Intifada.
Fuentes oficiales israelíes explicaron entonces que, si bien no había habido una petición formal por parte del alto representante para una visita oficial al Estado judío, sí existió una demostración de intención tras la asunción del nuevo Gobierno de Benjamín Netanyahu.