Decenas de camiones bolivianos permanecen varados desde hace 10 días en el punto fronterizo de Desaguadero por las protestas con cortes de rutas al sur de Perú, sumido en una crisis política desde la destitución del presidente Pedro Castillo.
Del lado boliviano hay camiones con carga de exportación -en su mayoría de la región oriental de Santa Cruz, el motor económico de la nación andina- esperando cruzar desde el 4 de enero, cuando se reanudaron las protestas contra la presidenta peruana Dina Boluarte.
Mientras que, en el lado de Perú, los comercios y bancos se encontraban cerrados, los manifestantes quemaban llantas y los cortes de vías impedían el paso de los autobuses que recorren el sur de Perú.
“Si no hay solución, la huelga continúa”, gritaba el viernes un grupo de manifestantes que exigían la renuncia de Boluarte tras las muertes de 49 personas. Los manifestantes mantienen cerrado el puente internacional de Desaguadero por donde cada día miles de personas transitan entre los dos países.
También lea Perú: presidenta Boluarte dice que no renunciará pese a letales protestas“Estamos totalmente indignados, también sabemos que en la parte de Juliaca y Puno (al sur peruano) ya hay más de 40 muertos”, dijo a The Associated Press Teófilo Ramos, un poblador que estaba en un punto de bloqueo.
Otro manifestante que prefirió no dar su nombre mencionó que apoyan a Castillo porque se identifican con él. “Él representaba al pueblo y no lo han dejado gobernar por parte del Congreso... entonces nosotros estamos en contra de eso”, agregó.
Los camioneros pedían una tregua mientras centenares de personas buscaban diferentes lugares para esquivar los puntos de bloqueo.
“Respetamos sus cosas, pero... nos vemos perjudicados”, expresó a AP Janeth Tamayo, una turista que quedó varada con un grupo de haitianos y chilenos y que se sentían felices de llegar a Bolivia para poder tomar un autobús hasta La Paz.
“Nosotros vamos caminando y hemos pasado frio, hambre. Llevamos casi dos días sin comer”, agregó.
Las protestas causan un gran perjuicio a las exportaciones bolivianas, en su mayoría soja y sus derivados, aceite vegetal, alcohol y minerales que salieron de Santa Cruz, donde también hay bloqueos por el arresto preventivo del gobernador de la región, Luis Fernando Camacho, por el cargo de terrorismo.
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