Algunos migrantes recién llegados a la ciudad de Nueva York centran sus esperanzas para establecerse un poco más al norte, en Canadá, donde dicen ya varios han pasado y han sido recibidos de manera más organizada.
“La semana pasada pasó un compañero que estaba aquí conmigo pero ya tenía pasajes y se fue independientemente y duró dos, tres días en inmigración allá y ya está resolviendo ahorita los papeles para inscribir al niño y buscando los permisos de trabajo, abriendo cuentas de banco”, dice Melvin Solórzano, migrante venezolano.
Más de 42.000 migrantes han llegado a la Gran Manzana desde el pasado mes de mayo, saturando la capacidad de los refugios y obligando al gobierno a contratar hoteles y ahora una terminal de cruceros para poder albergarlos como dicta la ley.
Según la Agencia de refugiados de la ONU, aunque Canadá hace parte del acuerdo ‘Tercer país seguro’, que rechazaría a refugiados en los pasos fronterizos si ingresaron previamente a Estados Unidos, hay excepciones, en especial para migrantes con niños. La recomendación es informarse bien, pues pueden arriesgarse a ser deportados.
Según la página de inmigración canadiense, este gobierno ha invertido más de 173 millones de dólares para gestionar la inmigración irregular y en promedio los permisos de trabajo para solicitantes de asilo que sean aceptados en los controles migratorios se demoran tres semanas. Ángela González, Voz de América, Nueva York.