Treinta y dos estadounidenses enfermos de cáncer de pulmón se han tratado este año en Cuba con la vacuna local Cimavax, desafiando las leyes del embargo y arriesgándose a altas multas y hasta a la cárcel.
Una de esos pacientes, Judy Ingels, de 74 años y que vive en California, declaró a la web oficial Cubadebate que no le preocupan las posibles represalias. “Por primera vez tengo esperanzas”, señaló.
En virtud de un acuerdo entre instituciones médicas de Cuba y Estados Unidos, desde enero pasado este medicamento cubano se ha estado probando clínicamente en pacientes de Buffalo, en el estado de Nueva York, pero todavía no está disponible para otros enfermos en territorio estadounidense.
El doctor Kelvin Lee, director de inmunología del Roswell Park Cancer Institute de Buffalo, donde se está probando la eficacia del Cimavax, está impresionado con el medicamento.
Según los especialistas, esta vacuna puede prolongar la vida de las personas que padecen cáncer de pulmón y, en algunos casos, puede convertir a ese padecimiento en una enfermedad crónica, sin riesgo inmediato de muerte.
Cuba comenzó a desarrollar la medicina en 1992 y con su reciente registro sanitario, lo comercializa en Perú, Malasia y China.
La inmunoterapia contra el cáncer se está volviendo cada vez más cara en Estados Unidos, dijo el doctor Lee, quien señaló que, en contraste, es muy atractiva la idea de una vacuna barata como la cubana que pueda ser administrada a un nivel primario de atención médica.
Estos pacientes forman parte de los cientos de miles de ciudadanos de Estados Unidos que han viajado este año a la isla, aunque aún no pueden hacerlo como turistas, debido también al embargo.
De acuerdo con cifras del Ministerio cubano de Turismo, la tendencia al incremento de los visitantes de Estados Unidos a Cuba sigue en 2017, con un crecimiento de 118 por ciento hasta el pasado 31 de marzo.
Ese aumento representa más del doble en comparación con el primer trimestre de 2016 y en este momento coloca a los visitantes estadounidenses en segundo lugar, por detrás de los viajeros de Canadá, que se mantiene como el mercado emisor líder hacia la isla.
Paralelamente, y a pesar del anuncio del presidente Donald Trump de que está revisando la política hacia Cuba, continúan los viajes a la Mayor de las Antillas de congresistas, gobernadores y hasta de militares retirados.
Oficiales en retiro de Estados Unidos -generales, almirantes, generales de brigada y contraalmirantes, entre otros grados- que visitaron Cuba, enviaron una carta al asesor de Seguridad Nacional del presidente Trump.
En la misiva llaman a continuar el camino hacia la normalización de las relaciones con la isla, por considerar que los nexos entre los dos países permitirán fortalecer los intereses de seguridad nacional y estabilidad en la región.