En El Salvador hay preocupación por señales de un deterioro en la libertad de prensa, que se perfila en la forma en que el gobierno del presidente Nayib Bukele discrimina la información entre los medios y centraliza la comunicación.
Angélica Cárcamo, presidenta de la Asociación de Periodistas de El Salvador, APES, dice que, aunque otros gobiernos han aplicado esta práctica, ahora “hay una línea muy continua de negar información a periodistas de ciertos medios de comunicación”.
“De hecho, (el gobierno) tiene una comunicación muy centralizada”, añadió.
En la reciente asamblea general de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) se señaló la falta de derecho de preguntas a periodistas de ciertos medios críticos al gobierno en El Salvador y declaraciones estigmatizantes por publicaciones documentadas de presuntos hechos de corrupción.
También destacó que se aplica la categoría de información reservada a aspectos relacionados con la pandemia de COVID-19.
Hace unos días, Bukele se comprometió en cadena de radio y televisión a mantener el respeto a la libertad de prensa.
“Nosotros aquí nos comprometemos frente al pueblo salvadoreño a garantizar la libertad de expresión al máximo al 100 por ciento, y garantizar la libertad de prensa al máximo al 100 por ciento, pero ojo, esa es la libertad que tenemos todos”, dijo el presidente.
Sin embargo, la gremial de periodistas de El Salvador tiene temores, porque cree que el gobierno busca una sola narrativa oficial de los hechos con la puesta en funcionamiento recientemente de un periódico y el fortalecimiento de noticieros en la televisión pública.
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Por otra parte, Cárcamo añadió que el observatorio de agresiones a profesionales de la comunicación registra en 2020 un incremento de casos con relación a 2019.