Pese a que el presidente de Nicaragua aseguró durante un reciente discurso que su gobierno ha enfrentado con éxito la pandemia del COVID-19, ciudadanos consultados por la Voz de América expresan desconfianza sobre la posición oficial y dicen sentirse desprotegidos por el sistema de salud público del país.
En un recorrido por la ciudad de Managua, VOA conversó con varios ciudadanos que comparten esta misma opinión sobre el discurso presidencial, como la comerciante Juana Berrios, quien dijo que pese a los esfuerzos por “cambiar la realidad, la gente sabe lo que se vive en las calles del país”.
“Siempre juega con las personas. Parece que fue preparado, eso fue lo que aprendió, solo a mentir. Ya no se le cree nada, él lo que sale es a hacer el circo, porque nadie le cree, el circo que ya no divierte a nadie”, increpó Berrios.
El presidente Daniel Ortega sostiene que su gobierno ha enfrentado con éxito la pandemia y que el Sistema de Salud de Nicaragua tiene capacidades instaladas para afrontar la crisis sanitaria, sin embargo, la exguerrillera y exministra de salud, Dora María Téllez, aseguró que el sistema de salud público carece de credibilidad sobre el manejo de la pandemia.
Porque mientras en el resto de Centroamérica y en medio de fuertes medidas restrictivas a diario se contagian 200 personas por país, en Nicaragua el Ministerio de Salud dice que el virus sólo infecta en promedio a 37 personas cada 24 horas. Téllez considera que estas cifras del gobierno de Nicaragua no concuerdan con la realidad.
Todo ello, explica, en momentos en que la región está viviendo un aumento de casos y los sistemas de salud están al borde de sus capacidades. Mientras tanto, el Ministerio de Salud de Nicaragua ha reportado en las últimas tres semanas una disminución en los casos, que nunca exceden de 350 por semana.
“El tema es que el sistema de salud colapsó frente a la pandemia y además su credibilidad se ha deteriorado de manera gigantesca al grado que la mayoría de la gente no va a las unidades de salud a atenderse porque no tienen confianza, porque sienten que en los hospitales pueden morir, y no reciben buena atención”, señaló la exministra al cuestionar las cifras oficiales.
En tanto el sociólogo, Cirilo Otero, considera que la desconfianza de la población y los expertos en salud está justificada. “La gente ha perdido la confianza en este gobierno y de manera particular en el señor Ortega desde hace mucho tiempo, porque la gente ha confirmado que es mentira, que es falso, y que hay una visión excesivamente soñadora que no es realista”.
Hasta la semana pasada el Ministerio de Salud de Nicaragua reportaba más de 3.000 casos de COVID-19 y 99 fallecidos por la enfermedad. Hasta la fecha el gobierno no acepta que en Nicaragua existe el contagio comunitario y tampoco brinda los datos reales de los departamentos más impactados, ni la edad, el sexo o ubicación de las personas portadoras del nuevo coronavirus.
Las cifras oficiales siguen además muy por debajo de lo que reporta el observatorio ciudadano, que hasta el 10 de julio contabilizó 7.893 casos. De estos 3.287 se registran en Managua, el departamento con las cifras más altas de contagios y muertes.
Otero considera que el presidente Ortega “miente a la sociedad nicaragüenses para evadir su responsabilidad como jefe de Estado. Se nota el aislamiento y la desinformación del presidente Ortega", concluyó, en alusión a las sanciones estadounidenses a personas de su entorno, incluyendo a un hijo.
También se refirió a asuntos como la crisis económica, y a lo que catalogó como la debacle del empleo y la migración.
"Son temas que al parecer no cuentan dentro de su agenda", concluyó Otero.