Hillary Clinton condenó la represión de las protestas en Libia, en donde ya murieron más de 200 personas, y dijo que sebe detener inmediatamente el "inaceptable derramamiento de sangre".
"Nos unimos a la comunidad internacional en la rotunda condena de la violencia en Libia", dijo la secretaria de Estado de Estados Unidos. "El mundo está observando la situación con alarma", agregó y aseguró que Washington trabaja "de forma urgente" con "amigos y aliados" en todo el globo para "transmitirle este mensaje al gobierno libio".
"El gobierno de Libia tiene la responsabilidad de respetar los derechos universales, incluido el derecho a la libre expresión y de asamblea", agregó la jefa de la diplomacia estadounidense sin mencionar al líder libio, Muammar Ghadafi, que lleva más de 40 años en el poder.
Ghadafi vivió hoy uno de sus días más difíciles en el poder, con la renuncia de diplomáticos y un ministro, la deserción de pilotos de la Fuerza Aérea y el incendio del principal edificio de gobierno en medio de crecientes protestas contra el régimen.
Las protestas que comenzaron hace casi una semana, especialmente en las ciudades del este del país, alcanzaron ya la capital del país norafricano. Opositores convocaron a más acciones para las próximas horas, por lo que crecen las tensiones.