En las próximas semana, Colombia podría convertirse en el cuarto país de Latinoamérica en despenalizar el aborto sin condiciones durante los primeros meses de gestación.
La Corte Constitucional del país debe discutir una propuesta de uno de sus magistrados que pide expandir el derecho al aborto más allá de las tres causas que permite la ley en el país desde el 2006: riesgo a la salud de la madre, violación o incesto y cuando el feto no puede sobrevivir fuera de la madre.
14 años después de la histórica sentencia de la corte, una abogada anti-aborto interpuso una demanda argumentando que las tres excepciones son inconstitucionales porque permitir el aborto “pone en riesgo la vida (…) tanto de la madre gestante como de su hijo por nacer”.
La demanda de la activista Natalia Bernal, sin embargo, puede resultar contraprodcuente para ella si la corte decide darle la razón al magistrado Alejandro Linares.
En la región, solo Uruguay, Cuba, Guayana, Guayana Francesa y Puerto Rico permiten el aborto a petición de la mujer de manera legal. En otros países como Chile, Argentina o Costa Rica, se permite solo bajo ciertas condiciones, mientras que en El Salvador, Nicaragua y Haití el aborto está totalmente prohibido.
El presidente colombiano ya se posicionó al respecto, diciendo que cree “en la vida desde la concepción” y que expandir el derecho más allá de las tres causales sería “algo muy duro” para la sociedad colombiana. La iglesia católica, una institución poderosa en Colombia, el sexto país más católico del mundo, también se declaró en contra, argumentado que “el aborto no puede ser un derecho humano”.
La ONU reconoce el acceso a un aborto legal y seguro como parte de los derechos de la mujer y ha hecho llamados a los países a despenalizarlo.
Para Angélica Cocomá, abogada de la ong Women’s Link Colombia, al abrir el debate sobre la legalización, la corte está mandando un mensaje de que es “la garante de los derechos de las mujeres”.
Sin embargo, Cocomá advierte que, aunque el poder judicial decida expandir el derecho al aborto, la principal barrera a la que se enfrentan las colombianas es la implementación de la ley. Incluso en los tres casos, los hospitales y las clínicas en el país ponen trabas a la mujeres que quieren terminar su embarazo, explicó la abogada.
De los 400,00 abortos que se realizaron en Colombia en el 2008, solo 322 fueron hechos dentro del marco legal, según el Instituto Guttmacher. Los abortos clandestinos suponen un gran riesgo y en Colombia, anualmente mueren 70 mujeres por abortar en sitios sin regulación.