Víctimas de las acciones terroristas de las FARC solicitan al gobierno que sean tenidas en cuenta dentro de las conversaciones. Iglesia Católica sostiene que "el balón del proceso de paz está en manos de las FARC.”
Las miles de víctimas que el conflicto armado y las acciones terroristas han dejado en Colombia expresaron al gobierno que es necesario que sean incluidas en las negociaciones que avanzan en Cuba.
No es la primera vez que se plantea públicamente esta solicitud, pero el gobierno no la ha considerado y ha dicho que estarán en otras instancias de las conversaciones si hay avances satisfactorios.
La insistencia se dio a conocer en el marco de la Mesa Regional de Paz que avanza en la ciudad de Ibagué en el centro del país. Una localidad que ha recibido miles de desplazados de la violencia que han sido desalojados de sus tierras por parte de las FARC.
"Tanto las víctimas como los miembros de las Comisiones de Paz del Congreso coincidimos en que es necesario que las víctimas hagan presencia en la mesa de conversaciones", dice un comunicado del congresista de izquierda Iván Cepeda.
En la declaración, víctimas y legisladores manifiestan el "deseo de que Gobierno y FARC lleguen a un consenso sobre esta necesaria presencia en alguna etapa de las negociaciones".
Cumbre
Entre tanto, los negociadores del gobierno asistieron a una cumbre con la Conferencia Episcopal y el Nuncio Apostólico delgado en Colombia, monseñor Ettore Balestrero.
El jefe de la negociación, Humberto De La Calle Lombana, dijo en el pleno de la reunión que el propósito del encuentro es solicitarle a la iglesia Católica involucrarse en procesos pedagógicos para explicar la esencia de las conversaciones.
Luego del encuentro, el cardenal Rubén Salazar dijo que, "el balón del proceso de paz está en manos de las FARC.”
Agregó que, "ellos (los negociadores del Gobierno) están dispuestos a meterle el acelerador a fondo, pero se necesita de la voluntad y el compromiso de las FARC."
"El pueblo colombiano se va a cansar de tener unas negociaciones que, como en ocasiones pasadas, no han llegado a ninguna parte. Un día de conflicto es un día de muerte, destrucción y angustia para el país", puntualizó el jerarca católico.
Según encuestas recientes, la iglesia tiene un alto grado de credibilidad entre la población colombiana, de ahí, que no sea casualidad que se le solicite su participación en la socialización del mensaje de paz que se quiere consolidar para darle confianza al proceso que ha entrado en una etapa de escepticismo por las peticiones de las FARC que se salen de la agenda inicial acordada.
No es la primera vez que se plantea públicamente esta solicitud, pero el gobierno no la ha considerado y ha dicho que estarán en otras instancias de las conversaciones si hay avances satisfactorios.
La insistencia se dio a conocer en el marco de la Mesa Regional de Paz que avanza en la ciudad de Ibagué en el centro del país. Una localidad que ha recibido miles de desplazados de la violencia que han sido desalojados de sus tierras por parte de las FARC.
"Tanto las víctimas como los miembros de las Comisiones de Paz del Congreso coincidimos en que es necesario que las víctimas hagan presencia en la mesa de conversaciones", dice un comunicado del congresista de izquierda Iván Cepeda.
En la declaración, víctimas y legisladores manifiestan el "deseo de que Gobierno y FARC lleguen a un consenso sobre esta necesaria presencia en alguna etapa de las negociaciones".
Cumbre
Entre tanto, los negociadores del gobierno asistieron a una cumbre con la Conferencia Episcopal y el Nuncio Apostólico delgado en Colombia, monseñor Ettore Balestrero.
El jefe de la negociación, Humberto De La Calle Lombana, dijo en el pleno de la reunión que el propósito del encuentro es solicitarle a la iglesia Católica involucrarse en procesos pedagógicos para explicar la esencia de las conversaciones.
Luego del encuentro, el cardenal Rubén Salazar dijo que, "el balón del proceso de paz está en manos de las FARC.”
Agregó que, "ellos (los negociadores del Gobierno) están dispuestos a meterle el acelerador a fondo, pero se necesita de la voluntad y el compromiso de las FARC."
"El pueblo colombiano se va a cansar de tener unas negociaciones que, como en ocasiones pasadas, no han llegado a ninguna parte. Un día de conflicto es un día de muerte, destrucción y angustia para el país", puntualizó el jerarca católico.
Según encuestas recientes, la iglesia tiene un alto grado de credibilidad entre la población colombiana, de ahí, que no sea casualidad que se le solicite su participación en la socialización del mensaje de paz que se quiere consolidar para darle confianza al proceso que ha entrado en una etapa de escepticismo por las peticiones de las FARC que se salen de la agenda inicial acordada.